Esto es lo que tú querías.
Era esto.
Andabas perdido buscando en los bares
y en los cementerios
respuestas que amoldaran con
el pensamiento y,
pensabas,
desgastabas los zapatos en
pasos necesarios.
Seguías seduciendo una realidad
fácil que no deseaba eludirte.
Quisiste entrar lo suficiente como
para no darte cuenta de que ya
estabas
dentro.
Querías lo que aguardabas y mirar lo
que ya tenías
no era opción alguna.
Sólo la inocencia.