Un molesto dolor en la planta del pie izquierdo (tal y como suena) me llevó esta tarde a la mutua de turno de la empresa, sabiamente guiado por Marta, que conducía el coche porque a mi me dolía el pie y no tengo permiso de conducir, ni coche. No quiero decir nada de esperas ni cosas parecidas, que de eso están las bitácoras llenas. Conclusiones: mis huesos están muy bien calcificados (gracias, mama, por tanta leche) y una pomadita y unas pastillitas y mañana nos vemos. Espero que no vean las fotos, ¿se puede hacer fotos allí dentro?
Miguel tarado, intrépido periodista.
(Se jodió la fiesta por lo del relato en El Parnaso).