Como en todo, como en casi nada,
te sorprendí pensando en el más absoluto silencio,
comprendiendo que nada hay como
nada cuando nada mira desde el otro lado
del espejo
por la mañana, cuando te miras y te sorprendes
marchito,
refrito de siempre lo mismo sobre lo mismo.
No tienes tiempo ya, coges la maleta,
la peinas,
te marchas