Tengo los pies cansados. Creo que de caminar. Estuve llorando por las esquinas porque sin darme cuenta hace casi medio año de, pero después me di cuenta de que no tenía sentido. Mari Loli cantaba en el garito una canción que no recuerdo. Nunca soñé con acercarme a ella, pero después de hacerlo me di cuenta de que no era tan complicado, de que no tenía tanta dificultad. Ella echa de menos el momento en el que se acercó a su madre, con los dedos ensangrentados de su primera menstruación, y le dijo: «mamá, me estoy muriendo».
Ya no es tan simpática, ya no tiene tanto efecto en los demás. No pasaría lo mismo si hiciera lo mismo ahora.
Está tomando una cerveza al final de la barra. No es tan complicado acercarse.
Ni tan interesante.
¡Ey, leo la tristeza y lo siento!
Nada, sólo saludarte, mucho que contar y nada que relatar, ya sabes, lo de siempre y lo de nuca, el día a día convertido en olvido presente.
yon