Parece ser que todo se normaliza después del bajón tremendo de la navidad. Algo influirá lo de tener un relato largo, una novela corta y un libro de poemas preparados para enviarlos el martes a sus respectivos premios. El sábado mejor me había acercado al curro a imprimirlos, viendo cómo terminó todo al final. Ayer no fue una tarde que pudiera recomendar a nadie. Afortunadamente ninguno se pasó por aquí y me lo pude comer yo solito. Hoy también llevo más o menos todo el día pensando en lo mismo, tanto que he decidido hacer caso a los que dicen que al muerto, tierra. Por eso me he puesto el Retorno del Rey y me he emocionado como una niña tonta (hacía tiempo que no veía una peli de forma tan intensa, aunque empieza a ser habitual últimamente).
Todo sigue más o menos igual. La vida sigue, amigo. Voy a ver si ponen redes y me duermo con las superficialidades (salvo contadas excepciones) de Punset, vaya forma que tiene de sobrevolar temas interesantes diciendo la mitad de lo que se podría decir.
Por cierto, para caer hasta el fondo nada mejor que «Te echaré de menos», del álbum «Manual para los fieles», de Los Piratas.