Parece que todo sigue normal. Es curioso. Hace un par de horas decidí borrarlo todo para empezar de cero, porque después de la última actualización de wordpress no funcionaba nada. No borraba entradas que quería borrar. Hice una instalación de cero.
Y parece que no ha pasado nada, pero ha pasado de todo en unos minutos de curiosidad. Las ganas de perderlo todo. El miedo a perderlo todo. Todo junto. Al final no ha pasado nada.
Este fin de semana me quedé en casa. Hablando con N. Parece ser que tengo una personalidad fuerte. Cualquiera lo diría. He comprado mi primer programa para mac, se llama xtorrent. Es increíble que haya comprado algo. Lo he hecho. Y funciona estupendamente. Quizá más mañana. Me gustaría pegarle un vuelco a todo esto, a toda esta web. Poco a poco, hoy empecé de cero, ahora todo funciona. Se avecinan cambios.
Tomo un güisqui más. Esta bueno. Me dice cosas al oído que ya sé. Me habla de quien quiero. No me dice nada nuevo. Gracias a N. todo sigue más o menos en su sitio. Pero no todo el tiempo estoy con ella. No todo el tiempo.
El resto de tiempo kombato, quieto e inquieto. Unos se cortan la coleta, otros abandonan las armas. Yo estoy buscando el momento.
El idiota se libró de la coleta cuando todo apretó.
El imbécil quería irse a casa, inconsciente ante el hacha que le presionaba la garganta.
Todos ellos estaban buscando una luna que no llegó.
Porque las lunas están siempre en la cabeza.
Siempre lo están.