Me largo a Utrera a pasar la semana santa entre cervecicas y vinitos. A huir de todo el día a día en general menos de lo que me importa. De hecho, me voy con N.
Hay más personas y situaciones, pero lamentablemente no son del día a día.
A cargar las pilas y lo que haga falta.
Tosco, mareado, atrapado por la prisa que resta el reposo necesario para hacer nada. A recuperar la indiferencia del tiempo. Qué ganitas.