Viendo el sol, las horas, las nubes…
Anoche no salí, estaba cansado. Empiezo a entender la diferencia. Nada estimulante, leyendo un libro sobre linux mientras me adormecía. Después el silencio. Un poco más tarde eran las doce y media del mediodía de hoy. Como si el tiempo se hubiera fugado sin decir nada. No me siento especialmente más descansado. Después encontré una foto trasteando por internet. Una foto que me hizo recordar por qué se hacen las cosas. No era una foto especialmente interesante. Pero descubrió, por un segundo, los velos, y me recordó algo de mí que olvidando juré no olvidar nunca. Siempre son casualidades, y casi nunca búsquedas razonadas. Un cambio de mentalidad, la verdad revelada.
Ahora estoy tranquilo. Me voy a comer con mis padres. Después regresaré, escribiré un rato, quedaré con N. y haremos algo juntos. No importa el algo. Importa mucho más el estar juntos. Después seguiré escribiendo y mañana, siendo lunes, probablemente olvidaré todo lo que he recordado hoy, en la hipervelocidad del día a día.