Las cosas suceden, seguimos estando en medio, pero suceden, no hacen más que suceder. Los días pasan y muchas veces me pregunto cómo tan rápido. Supongo que es sinónimo de pasarlo bien. Eso está bien. Pero aún así, un poco más despacio quizá… bueno, no se puede pedir todo, creo.
El reto de las cosas es que sigan estando en su sitio, y eso ya es más que bastante, lo demás son lloriqueos de niño con rodillas magulladas en la puerta del colegio antes de entrar.