CC.OO. considera adecuada la ley y confía en que logre ‘prevenir el consumo’ y ‘reducir el tabaquismo’
El responsable de drogodependencias de la confederación sindical de Comisiones Obreras (CC.OO.), José Rodríguez Valdés, aseguró que la Ley Antitabaco que entró en vigor es ‘una ley adecuada’ y confió en que sea útil para lograr sus objetivos de ‘mejorar la salud de las personas en general, y de los trabajadores en particular, y prevenir el consumo del tabaco y reducir el tabaquismo’.
En declaraciones a Europa Press, esperó que tenga ‘una consecuencia a medio o largo plazo de mejora de la salud y de disminución de las prevalencias del tabaquismo’. Así, recordó que el tabaquismo es también una dependencia como demuestra que más del 40 por ciento de los trabajadores de nuestro país sean fumadores.
En este sentido, apuntó que cambiar los hábitos asociados a una dependencia ‘es algo más costoso que una simple prohibición’ por lo que va a haber personas a las que adaptarse a esta ley ‘les va a costar de forma especial’.
Voy a exponerlo del modo más sucinto posible:
1. Las sustancias más nocivas del tabaco son aquellas que no le son inherentes, sino añadidas por las tabacaleras para aumentar la dependencia del consumidor.
2. Sanidad, que está emocionada poniendo cartelitos de «fumar mata», es quien está permitiendo que el tabaco lleve ese tipo de substancias. Nos prohiben el tabaco cuando ni siquiera alguna vez fumamos tabaco sin más.
3. Si la simple prohibición no es posible (¿?), ¿quién se va a hacer responsable de las muertes desde hoy hasta que termine definitivamente prohibiéndose? ¿Es tan importante cambiar un hábito cuando hay en juego vidas?
Se contradicen a sí mismos. La clave de la nueva ley del tabaco es esta: vamos a aparentar que hacemos algo para que no se nos tiren encima, para poder decir algún día que hicimos lo que estaba en nuestra mano mientras seguimos llenando los bolsillos con los impuestos del tabaco.
La actitud de unos y de otros me parece de una hipocresía asquerosa. Nos toman por imbéciles.