La última entrada en libros es de marzo. Lo que leo últimamente no me dice nada. No me divierte ni me entretiene especialmente, no me enseña cosas, no me evade, no me hace sentir. A la lectura se puede llegar por muchos motivos, pero al menos siempre tiene que haber uno.
Si no lo hay la magia desaparece con él.
Desde luego no creo que sea por el topicazo de haber leído demasiado (¿en comparación con qué?), sino de no dar con las lecturas adecuadas. Aún así, de vez en cuando topo con una que me mantiene atento hasta que la termino. Entonces los caminos resurgen en la fronda, los bosques se pueblan de seres cautelosos y los límites de las cosas, donde se tocan unas con otras, brillan como si provinieran de la locura.