Acabo de llegar de votar por correo y está bien. En tiempos de coronalinenviren mejor que esperar a la hora de misa para ir a hacerlo. Un martes laborable sería difícil no coincidir en la sala multiusos con un montón de gente.
No estoy queriendo escribir nada sobre política en este semidiario, y no lo hago porque me cabrea que el miedo y las reacciones defensivas tengan la fuerza de que un partido con un programa tan antipersona como Vox vaya a ser la clave del gobierno en Madrid. Pobres chimpancés aterrados lanzándose palos unos a otros, mordiéndose el escroto y arrancandose dedos de los pies y de las manos.