La escasez hace que la gente se concentre únicamente en resolverla, y eso implica que soluciones que no son muy creibles en principio se conviertan en sólidas como piedras. Hace que los humanos tengamos muchos menos reparos en excluir a los que no consideramos de nuestro grupo (ellos o nosotros) y reblandece los criterios de lo diferente (recursos limitados).
Cuando la gente empieza a votar opciones que se basan en el odio al extraño y su exclusión, y antes que pensar en que el mundo es imbécil, quizá convendría pensar en qué situación se les está colocando (precariedad y sueldos de miseria) y en qué opciones se le están ofreciendo a cambio.
El equilibrio del mundo se da en lo que pueden seguir robándonos sin que explotemos. Todos los ajustes para uno y otro lado se dan ahí, a todos los niveles. Todo lo malo que puede suceder se encuentra justo ahí. Grupos y recursos. Si los grupos se separan y no lo hacen los recursos, pasan cosas.