Y localistas. Creo que vivimos algo embotados en épicas de ficción que nos mantienen artificialmente satisfechos. Está bien reencontrarse con las cercanas, con las que ocurren alrededor. Está bien prestarles atención. No están construidas para retenernos porque sólo suceden porque suceden, pero a cambio son.
Yo qué sé, me ha parecido eso.