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inicio temprano de la temporada regular

La cayera muere cada invierno y renace cada primavera.

He actualizado el tema de la web para dispositivos móviles (ramona2bm). A veces me gusta toquetear el código, siento cosas. No muy a menudo, de hecho el tema para móvil llevaba años sin menú desplegable superior. He arreglado una mierdanga de permisos gracias a los consejos que dejé para mí mismo en el pasado en r4sp1. Hoy dentista, se aproxima la hora del abismo completo. No sé si me asusta, me ilusiona a futuro o me disgusta, estoy en stand by. Curro lo máximo posible para no pensar en nada, por las tardes trasteo con lmms, dibujo, escribo o veo pelís sin sentido.

Odio tener una idea finalista de a dónde te diriges, sobre todo cuando hace que lo vivas todo como algo de prestado: un mientras tanto. Cuando estás así no existe un ahora, estás concentrado en vivir mañana, nada tiene interés de verdad porque lo que importa está de camino, por llegar. Detesto vivir así porque lo he hecho durante mucho tiempo y esos días no vuelven jamás. Pero es verdad que ahora, precisamente ahora, tiene algo de sentido. Me contento con arrancar momentos de lucidez cada vez que puedo. Ya veremos qué sucede en la nueva temporada regular.

dentrofuera

Así que a cualquier cosa se le llama viaje, pero creo que con razón. Si el asunto es dejar de tener que ocuparse mediante entretenimientos ajenos para entrar en tu propia cabeza como si fuera un parque de atracciones, dejarte llevar mientras construyes para terminar sacando un mundo rico en el que fluirán los hilos de las historias que quieres contar o cantar o tocar (ejecutar suena raruno en este contexto), si el asunto es realmente ese no hay otra forma que llamarlo más que viaje.

Ese mundo está ahí y lo ha hecho desde siempre, nunca ha dejado de estarlo, pero quizá cueste trabajo prestarle la atención que merece entre los disturbios del día a día y los diferentes fríos que se pueden llegar a sentir en él. Lo reconoces porque es el lugar al que vas cuando ya no hay otra parte, aunque la intención esta vez es darle una utilidad diferente: que sea marco de lo que sucede y no último refugio.

salir

Es como una puerta, pero estoy en el dintel. Si te centras en recrear un mundo es posible que, durante el tiempo que estés en ello, puedas desdibujarte o dibujarte de otro modo. Es algo que me gusta. De momento no está funcionando muy bien, sigo pensando que tengo un fuerte sendero afantásico en mi cabezón, pero sí lo hace a intervalos. El trabajo rompe el proceso, claro. Revienta la inmersión. Uno de los caminos a la locura puede ser meditado. No tengo ni idea de si puede ser controlado, pero supongo que sí. Al fin y al cabo crear ha sido siempre lo mismo para muchos. Necesitas una película o un libro o un buen disco para enajenarte de ti, pero… ¿y si pudieras hacer sin necesitar nada más que tu intención de hacerlo?