# perdiendo.org/museodemetralla

entraron en mi cabeza (201) | libros (20) | me lo llevo puesto (7) | pelis (2) | Renta básica (9) | series (6) | escasez (2) | frikeando (94) | arduino (1) | autoreferencial (11) | bici (1) | esperanto (4) | eve online (3) | git (2) | GNU/linux (4) | markdown (7) | nexus7 (2) | python (7) | raspberry pi (3) | vim (1) | wordpress (1) | zatchtronics (3) | hago (755) | canciones (156) | borradores (7) | cover (42) | el extremo inútil de la escoba (2) | elec (1) | GRACO (2) | guitarlele (11) | ruiditos (11) | Solenoide (1) | fotos (37) | nanowrimo (3) | novela (26) | criaturas del pantano (5) | el año que no follamos (12) | huim (5) | rehab (4) | poemas (353) | Anclajes (15) | andando (3) | B.A.R (7) | Canción de cuna para un borracho (38) | Cercos vacíos (37) | Cien puentes en la cabeza (7) | Conejo azul (6) | Contenido del juego (5) | De tiendas (3) | del pantano (3) | Destrozos (2) | Epilogo (4) | Fuegos de artificio (5) | Imposible rescate (15) | Jugando a rojo (7) | Libro del desencuentro (2) | Lo que sé de Marte (11) | Los cuentos (21) | Montaje del juego (5) | Orden de salida (4) | palitos (31) | Piernas abiertas (7) | Poemas medianos (12) | Privado de sueño (7) | rasguemas (5) | Tanto para nada (17) | Todo a 100 (2) | Uno (4) | relatos (96) | anatemas (9) | orbital (2) | prompts (8) | vindicaciones (103) | perdiendo (1.694) | atranques (1) |

viaje

Da haus

Hace un par de días llevé a mi madre al pueblo donde nació. Ese mismo día ella cumplía 70 años.

Fue una experiencia muy curiosa, de la cual todavía no sé qué pensar. Ella, en diferentes momentos, me habló sobre el proceso de envejecer, sobre la vida en general, sobre el pueblo, sobre la gente de entonces y ahora, cosas cargadas de emoción y de recuerdos.

No es eso lo que quiero contar hoy, de todos modos. No tan rápido, no tan pronto.

Pero sí que me di cuenta de por qué es más fácil vivir con preocupaciones de otros, ocupándose de otros. Nosotros, con nuestras pequeñas luchas constantes contra el sentido de lo que hacemos, nos relajamos cuando detectamos algo importante para otros. Y eso es porque el fondo del asunto cambia radicalmente.

Cuando pensamos sobre nosotros lo importante es saber si lo que queremos, deseamos o buscamos tiene sentido o no. Cuando nos esforzamos en un empeño de otros eso deja de tener importancia. Lo importante no es que la cosa tenga sentido en sí o no, sino que lo tenga para el otro.

La gran pelea existencial se difumina. Ya no hablamos de la verdad en términos absolutos, sino de una mucho más manejable, más para nosotros.

Somos seres sociales porque nos hacemos el sentido de las cosas mucho más tangible unos a otros.

Mi madre me dió un abrazo enorme y un «muchas gracias» con voz temblorosa al despedirnos.

Para ella había sido importante, para mí, sólo por ello y automáticamente, también.

Eso hace del mundo un lugar mucho más sencillo.

cena

El sábado di una cena en casa. En realidad el plan era pedir comida a domicilio, pero me levanté con una de esas extrañas epifanías que son la sal de la vida.

Quería hacer una sopa como las japonesas, en las que los ingredientes no están sopeados. SOPEADOS. Es decir, cocidos hasta casi deshacerse, el caldo turbio por los restos. No quería hacer una sopa japonesa, sólo utilizar la técnica.

Compré una bolsa de verduras ya cortadas en juliana. Puerro, apio, zanahoria, repollo, cosas así. Lo cocí en algo más de un litro de agua durante una hora. Retiré la verdura.

Compré niscalos, setas de cardo y esas grises que están en todas partes, y las bañé por separado cinco minutos cada una en el caldo aun hiriviendo ligeramente. Después las corte según la forma y las hice a la plancha con ajo, cada tipo por separado. Cocí pasta con forma de caracoles enormes.

Por otro lado cocí medio brocolí y media coliflor en poca agua, dejándolas algo duras. Las rebocé en huevo y harina después de cortarlas en arbolitos pequeños.

Preparé mojo rojo, mojo verde y compré tahini, soja y teriyaki.

Por otra parte hice también a la plancha con ajo champiñones portobello cortados en dos trozos, y estuve pochando dos cebollas blancas durante casi una hora a fuego muy bajo. Después eché dos cucharadas soperas de azúcar y la caramelicé.

Freí patatas para hacer una tortilla, y cuando estuvieron en su punto las mezclé con los huevos, la cebolla caramelizada, el champiñón portobello y queso de cabra y lo cuajé.

Así que quedó algo así:

Sopa al gusto con pasta, tres setas y verduras.
Brocolí y coliflor rebozadas a las cinco salsas.
Tortilla de patata, cebolla caramelizada, rulo de cabra y champiñón portobello.

No sobró casi nada. Comieron mucho más de lo que esperaba. Fueron casi seis horas cocinando, así que eso siempre se agradece un montón.

guttemberg

Qué bien, acabo de enfrentarme por primera vez a Guttemberg, el nuevo (ejem, no tanto pero ahora ya obligatorio) editor de wordpress. Tengo que eliminar el bloque de texto inicial, abrir uno nuevo en jetpack y seleccionar markdown.

Cuando salto de párrafo tengo que volver a elegir markdown.

Fenomenal.

El segundo bloque sí me permite salto de línea sin generar un bloque nuevo. Afronto los cambios sin mucho problema, pero esto me parece más para otro tipo de usuario. Uno que sepa menos cómo colocar las cosas donde quiere. Uno que, además quiera colocar más cosas.

Meter esa imagen supone tener un primer bloque arriba con la primera parte del texto, otro con la imagen de arriba y otro con el texto que estoy escribiendo ahora. Entiendo la utilidad.

Pero para un tipo que acogió markdown por la sencillez, un server en una raspi por lo mismo… bueno, es pronto para gritar a una nube. ¿Cómo quedará este texto entero registrado en la base de datos? Me parece exagerado.

Tengo que meter un bloque para hacer una cita.
Miguel, 10 de diciembre de 2018.

Yeah.

Con Markdown sólo tengo que escribir > al principio del párrafo. Por cierto, esto va en un bloque nuevo. Y ya van cinco.
Miguel, ese mismo día.

Para qué. Cada vez más y más capas entre cómo funcionan las cosas y cómo se utilizan… supongo que es inevitable.

Revisión 13/11/2018
He instalado el pluggin del editor clásico. No tanto por el uso, que también, sino por la guarrería de código que he visto que deja guttemberg en la base de datos.

Odio ser el tipo que le grita a una nube (aunque no soy el único por los comentarios), pero que lo complique, que lo guarree… creo que algún punto de razón tengo. Comparado con el que mantiene markdown: