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huyendo quietos

Era más o menos así,
como encender el bucle temporal de brazos
pidiendo algo, besos
perdidos dibujando un gran vacío sobre las sábanas.

Ochos tumbados en el aire buscando un hueco para abrazarse.

El olor y el sabor entrelazados
en las cosas que no se dicen porque rompen lo ya roto.
Qué mejor que contarse cuentos cuando cae la noche
para que la noche no pueda mostrarnos nuestros propios agujeros,
nuestras grietas, nuestras confusiones y preguntas.

Preguntarse demasiado es un suicidio profundo.

Abrazarse era lo contrario. Un deslizarse dentro de una burbuja,
mirar hacia dentro, olvidar el mundo, dejarlo de lado.

Nadie sabe nada porque nadie puede saberlo,
así que da igual todo lo que suceda mientras tanto.

Eso percibo mirándote a los ojos, que están
en mitad de casi todos los extremos: no pueden
definirse, carecen de datos. Hacemos lo que podemos
porque no hay nada que hacer en ninguna otra parte,
ochos tumbados, palíndromos sentimentales,
horas mecidas en la necesidad de dar sentido
a lo inextricable.

bucle

Al fin y al cabo
era como coger esa calle
una y otra vez,
con toda la escena repitiéndose
y tu pelo mecido por el viento
y la ceniza cayendo del cigarro que fumas
mientras tu falda vuela y se derrumba sobre sí misma
y vuelve a volar y a derrumbarse en un ansia existencialista
y la luz de un atardecer puntual, sensiblero y efectista gustándose a sí mismo
mientras
intento
no
dejar
demasiado de mí

por el camino al alejarme.

Casi todo el tiempo recuerdo eso.

claro, que nunca he escrito una mierda

Nunca he necesitado una herramienta específica para escribir. Claro, que nunca he escrito una mierda.

Hace mucho tiempo compré scrivener, una cosa maja y compleja que no le recomiendo a nadie excepto al que quiera pasar mucho tiempo dentro. Notas, añadidos, etc, una forma de tener todo el archivo en el mismo lugar.

El que siempre me resultó más útil para todo es focus writer, que es una maravilla y flexible como un junco. Claro, que nunca he escrito una mierda, pero casi todo lo que he escrito está escrito ahí, durante años y años.

Y ahora veo Bibisco.

FocusWriter es un programa para tipos que saben dónde van. Que saben lo que están haciendo. Lo que se traen entre manos. Tipos aguerridos que abrazan lo desconocido.

Scrivener y Bibisco son más una guardería infantil en la que tiran de ti. «¿Qué le pasa a este personajitooooo?», «¿dónde estuvo el jueves esta señoritaaaaaaaaa?». Cuando no tienes ni idea, cuando estás perdido, cuando no sabes lo que estás haciendo. Yo qué voy a saber, nunca he escrito una mierda. Sin ironías.

Tengo por ahí el relato de un minmatar, dentro del universo de EVE Online, que no terminó en nada bueno porque no sé dónde voy, ni lo que estoy haciendo, ni lo que me traigo entre manos, ni abrazo lo desconocido. Terminó en vergüenza ajena cada vez que lo leo.

Voy a jugar con él y bibisco, a dejarme mimar, guiar, a que me lleven de la mano y me digan qué narices estoy haciendo. A ver qué sale. A ver si es algo bonito.