Bueno, pues por un par de motivos últimamente ando buscando un CMS correcto para poder montar una tiendica en interné, que es lo que se lleva. Bueno, es lo que me han pedido. Y me gusta comer. Me gusta comer mucho. Así que me puse manos a la obra. Después de un par de incidentes un poco rarunos dejé de diseñar páginas web hace algún tiempo, pero la cabra tira al monte y el gordo a la silla y el ordenador, así que al final he vuelto. I'm back, que mola más.
Una locura al principio porque hacía tiempo que no trasteaba con más CMS que wordpress, y aunque las cuestiones de base siguen ahí (html+css, php, algo de jquery para dar sazón y un poco de sql porque es bueno no fiarse de nadie y hacer las cosas por ti mismo si llega el caso), la verdad es que cada CMS propio las va escondiendo bajo capas de letra de médico para forrarse vendiendo temas (apariencia). Es lo que hay.
Antes de nada quiero exponer los criterios para que luego nadie me diga que mis comentarios son sesgados (aunque, por supuesto, lo son), el objetivo es crear una tienda que posteriormente tenga un manejo sencillo para que el que tenga que lidiar con ella no muera en el intento arrancándose los ojos y tirándolos por el suelo llorando, con menos de cien artículos y con aspectos variables en cada artículo (colores, tallas, calidad de la tela, ¿a qué no sabéis para qué es la tienda, jaja?), y en cuanto al diseño un slideshow con los temas más importantes fácilmente modificable por el usuario final y catálogo con dos o tres categorías principales. Además toda implementación tiene que ser gratuita, no se pueden comprar módulos, ni temas, ni na de na. Porque el criterio dominante, el macho alfa de los criterios, es que la tienda tiene que ser económica.
Dicho eso, al tajo.
El Metallica de los CMS, rotundo, sonoro, fuerte. No recuerdo ningún incidente especial durante la instalación, así que no debió ser muy traumática, la realicé en el server de zilgu, que está alojado en 1&1 en un plan de unos sesenta pavos al año e iba algo lento pero no demasiado. Después, en otro plan de la misma compañía de 30 pavos al año se arrastraba por el suelo miserablemente. No iba.
Los pros de magento son más de los que caben aquí, ofrece un control total de la gestión del stock y la posventa, hasta puntos que ni siquiera llegué a investigar, es decir, se me acabaron antes las ganas de seguir investigando que la investigación en sí, me aburrió seguir porque no va a ser la web de una gran multinacional con miles de productos. Pide mucho a varios niveles, y eso, majetes, son contras. Pide mucho al servidor, por lo que la inversión en él se puede disparar para tener algo medio funcional. Y le pide mucho al tipo que la va a gestionar después. Son tantas las opciones que hacer alguna gestión con el stock de forma rápida es un infierno.
Por si fuera poco, Magento te permite configurar múltiples tiendas en un sólo sitio, lo que debe ser útil para alguien muy pro pero complica aún las cosas más hasta el infinito.
Tiene un editor de la apariencia de las páginas estáticas que no terminé de comprender del todo, y programar un módulo promete ser una experiencia reveladora como el ver de cerca a la muerte, seguir la luz y ver que termina en ninguna parte. Evidentemente, hay todo un surtido de módulos y demás cosas necesarias de pago que son presumiblemente excelentes, pero si andas justo de pasta y de tiempo a todos los niveles Magento no es tu opción. Si vas a cobrar una pasta y el cliente va a colocar a todo un departamento de su empresa gestionándola después y, además, la pasta (reitero) no es un problema, este es tu CMS. De otro modo, sigue buscando.
La instalación me dio un par de problemas, pero nada reseñable que con un poco de salivita y paciencia no se subsane. Al principio estaba enamorado de este CMS. Comparado con Magento la gestión de artículos es genial, en el menú de administración lo primero que te encuentras es un slideshow con varios vídeos explicativos que aclaran dudas hasta a los chimpancés que estén mirando. Completamente gratuito cumple los criterios necesarios para esta prueba… pero… el tema por defecto viene con un catálogo de productos de apple que hay que ir limpiando, que incluye algunas tiendas físicas (fotos, direcciones y localización en google maps de alguna tienda en Wisconsin o algo parecido), proveedores, productos, ofertas… sé que es una estupidez, pero eso de empezar limpiando después de una instalación limpia no me gustó en absoluto. Entiendo que puede ser útil como ejemplo para lo que tienes que poner después, pero no me gustó. Me pareció una aberración, de hecho. Revisión 29/10/2011: no es así, escoges durante la instalación si quieres que te preinstale este contenido o no. Error mío.
El tema de los módulos que añaden funcionalidades lo he entendido a la primera, el tema de las posiciones de los mismos en la web es una mierda. Lo lamento, pero lo es. Casi prefiero un gedit puro y duro que entienda cada hijo de vecino.
Después de pelearme muuuucho con el diseño encontré el tema velvetsky, que es mucho más que un tema porque incluye módulos más que interesantes, incluyendo el slideshow de los cojones facilmente configurable para el usuario final. Una vez que le quitas esas toneladas de chocolate eculcorado que componen la imagen visual inicial puede ser bastante resultón y útil, si no fuera porque después de eso te encuentras con que el diseño del producto individual está a años luz de algo medianamente atractivo para un ser humano decente. Sin desmerecer en absoluto que la gestión visual de la galería de fotos relativas a un sólo producto, incluso cribado por aspectos variables como el color, definitivamente es una maravilla de la eficacia para algo instalado sin más. Sin tocar nada.
Me siguió gustando Prestashop, pero algo… algo no encajaba… si tienes que convertirte en especialista de un CMS que no sabes cuánto va a durar (le deseo lo mejor, no digo eso, digo que no sé cuánto va a durar), tienes que regular la apuesta entre tiempo empleado y eficacia final. Quizá algún día me arrepienta del todo con esto que voy a decir, pero sin más garantías no estoy dispuesto a invertir las horas que hacen falta para dar respuesta a la petición de algún cliente. Y de ser capaz de eso tengo que estar seguro. Tengo que saber que la inmersión temporal en Prestashop me va a rentar lo suficiente a largo plazo. Y no lo tengo claro. El hombre polivalente del renacimiento se queda allí: hoy por hoy es más que imposible serlo.
Si quieres algo rápido y operativo en poco tiempo instala este CMS, con velvetsky, dale un repaso al css y lanza la tienda. No te vas a arrepentir si es para ti mismo y tu tienda. Si lo haces para otro seguramente te arrepientas, porque tarde o temprano te pedirá algo que no sabrás hacer. Y eso es una putada. Eso queda bastante mal. Y no lo vas a hacer, y como no lo vas a hacer seguramente termines pagando para implementar lo que te piden. Pero si es para ti no vas a encontrar nada más fácil de gestionar una vez montado todo sólo con el CMS y velvetsky.
Poco voy a decir de este CMS, porque una vez instalado y andando en sus tripas tuve un regusto a phpnuke que me revolvió el estómago. Y eso para un tipo visceral es casi demasiado. Fue el rey antes de que los demás le cogieran la delantera mientras él comía lechón frente a la chimenea.
Y claro, después de tanto chasco es normal que uno vuelva a casa, a wordpress, a ver qué soluciones te dan desde allí. Y esta es la primera que encontré. Y menudo chasco, otro más. Todo es de pago, incluso la distribución en grid (¿celdilla?) del catálogo. Lo instalé, me enamoré de nuevo, y cuando vi que para ser legal había que pagar, y para no serlo saltar puertas, decidí que este no era el camino. Problemas de instalación cero. Problemas de puesta en marcha cero. Gestión del catálogo cero. Pero de pago casi todo lo básico. Salí con el rabo entre las piernas sin pensármelo demasiado.
Así que a drupal. Drupal es la ostia. Drupal es plástico, es adaptable, es todo lo que tú quieras que sea. Es un proyecto con futuro porque el mantenimiento lo hacemos todos. La desventaja evidente que tiene drupal 6 es que… no es la última versión de drupal. No lo es. No es que uno quiera lo último, es que la comunidad tiende a desarrollar… lo último. No me gustaría ver cómo mi web con ubbercart de repente pierde todo el soporte y se funde en el olvido. Y de ubbercart para drupal 7 lo único real es la niebla. Hoy por hoy.
La instalación de drupal 6 fue como la seda, sin problema alguno. Configurarlo todo en drupal siempre es complejo, no complicado, pero cojones, para eso soy el desarrollador, mientras que el cliente final no lo sufra no hay problema alguno. Quizá sea algo sesgado, pero ahora mismo esforzarse en un proyecto de drupal 6 es como meterse en un coche de choque sin fichas. No va a ponerse en marcha cuando suene el pitido y no tengas un puto plástico que meter en la ranura, por más que te ofendas.
Y aún así, sobre los problemas generales de drupal leer el punto siguiente.
Como la seda, todo como la seda. Faltan algunas cosas, pero con buena voluntad se implementan. Es la caña.
Pero drupal en según qué hostings siempre es lento. Configuras las cache pero sigue siendo lento, y no deja de serlo mientras no pagues más hosting. Además, por el puto Crom, por ahí circula un rumor que dice que drupal es un CMS para desarrolladores. Aunque intento negarlo creo que no puedo. El panel de control es como el de un caza, lleno de botones e interruptores hasta tal punto que seguramente provoque el suicidio inmediato de el tipo que entre sin una preparación previa. Adoro Drupal, para mí es lo mejor del mundo, pero… no voy a ser yo quien viva día a día con esto, será el cliente final. Si fuera yo no habría ningún problema. ¡Joder, putos vagos, aprended todos un poco de drupal! Eso sería lo ideal. Pero mientras tanto, debo dejar este CMS para mi localhost y morir de fascinación con todo lo que se puede hacer. Pero no para un cliente. NO para uno normal. Y mi localhost es la versión freak de las lágrimas en la lluvia. He visto soluciones perfectas más allá de Orión… que no verá nadie más.
Puta pena de drupal y el paradigma ubicuo de la usabilidad real en usuarios cero.
Y volví a wordpress para ver si encontraba un lugar común entre mis deseos como desarrollador y las necesidades del cliente. Y lo encontré. Y me dije «aleluya, hermano, aleluya». No es drupal. Pero se basa en lo básico, html, css, php, jquery y un poco de sql. Y para el cliente final es fácil como pillar un taxi cuando no puedes caminar borracho perdido en medio de Madrid a las seis de la mañana.
Lo instalé en local, porque sabía que no me iba a dar ningún problema en ningún servidor. No le pide mucho. Instalé Hybrid Slideshow , para el slideshow inicial. Puedes configurar las imágenes del slide y el link al que apuntan desde el propio menú de administración, sin tener ni un sólo conocimiento de nada, sólo sabiendo apretar un botón de «examinar» y «guardar». Y sólo tienes que colar un pequeño
< ?php echo hybrid_slideshow(); ?>
en el header. O donde quieras. Pero sólo tienes que colarlo una vez, tú mismo, tu cliente no tiene que saber nada. La gestión de productos y aspectos (talla, tela, color) es muy sencilla. Quizá no intuitiva, pero sí sencilla, una breve lección y solucionado. El control de stock es perfecto. Incluso te manda un correo cuando tu stock disminuye hasta cuando tú digas. La venta a través de paypal o transferencia bancaria se cumple a la perfección de forma segura.
Y sabes que podrás hacer todo lo que te pidan, porque es la eterna alquimia, dorada orfebrería, de lenguajes de programación sin añadidos derivados del CMS. Todo controlado. Todo en su lugar. Sé que he esquivado las múltiples trampas de tener que pagar algo o dejarme la vida en ello para desarrollarlo yo mismo.
Y aún así…
Me gustaría que fuera Drupal el objetivo, el target, la tierra prometida. Pero, en este caso, no lo es.
