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panza de burro

No sé qué quiero decir exactamente de Panza de Burro, la verdad. No porque me haya parecido mal, todo lo contrario. Me ha mantenido dentro (o fuera). No se estira, las palabras que están son las que deben y eso siempre, siempre, siempre, pero siempre, se agradece infinitamente. No quiero decir mucho más porque el tránsito lo es todo.

Lo que no.

Básicamente el prólogo. El prólogo en el que la editora se cuela como el medio hooligan que se mete tras el reportero para chupar cámara. Pasa por detrás y saluda buscando protagonismo aunque no tenga demasiado que decir. Dice cosas como "un corazón de mirlo latiendo bajo tierra", "lo amas tanto que lo único que quieres es adiestrarlo lo mínimo, lo justo y necesario para que los demás lo amen tanto como tú", a-di-es-trar-lo, los-de-más, co-mo-tú, "hice la primera edición en un salón de Lisboa…", "la gente se pregunta cómo se escribe una novela, cómo se logra sacar adelante y editarla […]", yeah. Hay más yoyismos en él, una buena cantidad de ellos, pero quiero poner más. Sólo hay una frase capaz de contener más vergüenza ajena en el contexto del prólogo a un libro de otro, pero esa quedará en mi cabeza. Si alguien lo lee y algo le suena raro y cree saber a cuál me refiero, que lo diga y jugamos.

No me gusta escribir algo como el párrafo anterior, pero tampoco me sentía bien ignorando el prólogo. Ni yo soy tan listo ni los demás tontos: lo que hay se ve, ese oportunismo tirante y nervioso está berreando hazmecasito y yotambiénhesido y… no es el sitio. Es eso lo que quería decir, sólo eso. No es el sitio.

Lo que sí y no.

Dos niñas de diez años. Yo no recuerdo lo que pensaba yo a esa edad, así que no sé muy bien cómo situarme. En la novela tengo un poco la sensación de que está escrita desde ahora hacia entonces. Pero eso es muy normal. Algo inevitable. Algo que gusta y no. Una niña de diez años imaginándose a su amigo en el futuro, calvete, desdentado y en un trabajo brutal y rutinario. Pues quizá sí, yo no lo veo mucho, pero creo que hace lo que tiene que hacer en la historia, introduce ese punto de desesperación de las cosas que no tienen esperanza.

Lo que sí.

Pasé un año en La Palma hace muchos. Desconozco completamente si lo que aprendí entonces me ha hecho más fácil la lectura, pero creo que no ha tenido nada que ver. La novela tiene más cosas mal escritas que dialectales, y eso estoy seguro de que es intencional. Cualquier argot es mucho más ininteligible que esto. De cuando en cuando no entiendes una palabra y la sacas por contexto, quizá aciertas o quizá no pero quién tiene tiempo de buscar mientras está cayendo. Entras dentro de la lectura y resbalas, caes y no puedes evitarlo. Es como un desvanecimiento que te arrebata lo que te rodea y ya estás en otra parte. Tzup, estás dentro y es tarde para cambiar de idea.

No sé si realmente quiero ir a donde va o y sé que no he comprendido algo más de mí o del mundo que no comprendiera antes de empezar, pero ha merecido la pena ir del principio al final, eso lo tengo claro. Se podría hacer mucha cosa describiendo esto y aquello y esa sensación y esa otra, pero pa qué. Según… y de ahí los…, cada vez me canso más de esos cosismos. Análisis crítico. Ramificaciones en. Ugh.

He estado en un sitio en el que no había estado antes. Eso es todo y eso lo es todo.

Y no es tan fácil que alguien consiga hacerte eso.

nomadland

Todo el mundo es amable, nadie roba, nadie golpea, nadie viola. Tiene varias opciones de abandonar la vida que lleva, pero eso supondría no valerse por sí misma. Mejor enriquecer a los que ya están forrados a cambio de migajas. Lo peor que le sucede tras las jornadas maratonianas currando en Amazon es que se queda dormida en un banco de ejercicios mientras va de compras. Uau.

Más que la relación laboral, que ya es, no hay abusos de poder en una situación con tanta escasez. No hay.

(No podía irse del pueblo porque eso sería como si su difunto marido no hubiera vivido nunca, sólo existe lo que se recuerda. Amija mía, si depende de que lo recuerdes, ¿qué importa dónde estés cuando lo hagas?)

Estoy confuso con esta película. No sé si es un ejercicio de equidistancia imposible. Lo malo que es gente sin un duro y tan mayor trabajando porque no tienen dónde caerse muertos junto qué bonito es el campo. Lo malo que es que se te joda la furgoneta y repararla te cueste 3k cuando no tienes nada junto ah, bueno, si me trago el orgullo mi hermana me los presta y listo. Lo malo de no, Mike, no fue mi decisión la que me llevó a las carreteras, fue la maldad de gente como tú que mete a la gente en deudas que no pueden pagar junto con descubrir que la gente cuando arrima el hombro y se asocia gana mucha fuerza. Lo malo de vivir al día —el nombre es sobrevivir, lo demás son metáforas— junto con el romanticismo de cagar en un bidón de plástico como pseudónimo de la libertad.

Si sumo me ha gustado porque denuncia. Aunque lo haga flojito. No se habla de horarios, productividad, objetivos, resultados… ¡Amazon incluso paga dos días más del parking de caravanas una vez que termina la temporada! Si no te fijas mucho casi parece que está dando a entender que la empresa está ayudando a que gente en esta situación a tener una alternativa. Caritativa. Una ONG. Una santa. ¿Le está pagando dinero a esta gente que a duras penas puede caminar?

Y me ha gustado porque expone consecuencias. Aunque flojito. La vida ahí fuera es maravillosa, por mucho que nos hayan estampado contra ella. Quizá con algo más de pasta… ¿pero quién no tiene de quién tirar para solucionarlo? Y eso que la protagonista se aisló de su familia yéndose a vivir al carajo con su marido. Si es que estamos mucho mejor de lo que queremos.

El valor de la historia está en la historia en sí, la situación en sí, el por qué y a dónde conduce. Y eso es así pese a que haya que ir ignorando los andamios que se van colocando en cada fotograma para justificarla y dulcificarla, pretendiendo convertirla de algún modo en algo justificado y, al fin y al cabo, no tan malo porque el campo es bonito.

Cuando la escasez te agarra por el cuello, eres incapaz de percibir cualquier otra cosa. Los atardeceres son para quien puede mirarlos sin tener que pensar en cómo sobrevivirlos.

darwinismo municipal

Acabo de terminar cuatro libros de la saga de Máquinas mortales de Phillip Reeve.

Están clasificadas como novelas juveniles, pero los matices de grises y ciertas conclusiones de las historias lo alejan de una narración maniquea y simplona. La historia sí lo es cada vez que se preocupa de enseñar la miel, pero los cimientos no lo son en absoluto.

En algún momento ví la película. No me gustó, pero el mundo en el que sucede me dejó con ganas de más, y buscando más información llegué a los libros. Creo que ha sido un buen viaje. No todo el tiempo, no para ir muy lejos, pero si para sentir que ha merecido la pena. Es algo no muy frecuente últimamente.