# perdiendo.org/museodemetralla

entraron en mi cabeza (201) | libros (20) | me lo llevo puesto (7) | pelis (2) | Renta básica (9) | series (6) | escasez (2) | frikeando (94) | arduino (1) | autoreferencial (11) | bici (1) | esperanto (4) | eve online (3) | git (2) | GNU/linux (4) | markdown (7) | nexus7 (2) | python (7) | raspberry pi (3) | vim (1) | wordpress (1) | zatchtronics (3) | hago (759) | canciones (157) | borradores (7) | cover (42) | el extremo inútil de la escoba (2) | elec (1) | GRACO (2) | guitarlele (11) | ruiditos (11) | Solenoide (1) | fotos (37) | nanowrimo (3) | novela (26) | criaturas del pantano (5) | el año que no follamos (12) | huim (5) | rehab (4) | poemas (356) | Anclajes (15) | andando (3) | B.A.R (7) | Canción de cuna para un borracho (38) | Cercos vacíos (37) | Cien puentes en la cabeza (7) | Conejo azul (6) | Contenido del juego (5) | De tiendas (3) | del pantano (3) | Destrozos (2) | Epilogo (4) | Fuegos de artificio (5) | Imposible rescate (15) | Jugando a rojo (7) | Libro del desencuentro (2) | Lo que sé de Marte (11) | Los cuentos (21) | Montaje del juego (5) | Orden de salida (4) | palitos (31) | Piernas abiertas (7) | Poemas medianos (12) | Privado de sueño (7) | rasguemas (5) | Tanto para nada (17) | Todo a 100 (2) | Uno (4) | relatos (96) | anatemas (9) | orbital (2) | prompts (8) | vindicaciones (103) | perdiendo (1.703) | atranques (1) |

Preocupado

Recuerdo cuando estaba siempre preocupado.

Las cosas importan en la medida en que son.
Lo difícil es saber hasta dónde son.
Hasta donde están.

Tenía un ojo en alguna parte
mientras un idiota me preguntaba en el bus
dónde estaba su casa. No creo posible
comprender, en realidad,
donde existe cada mierda que me voy encontrando por ahí.

Yo no soy mucho mejor, pero a mí me tengo el suficiente cariño.

La luz que dejó de sonar hizo un hueco
de cristales rotos en el silencio de seguir siendo
y me vi, de pronto,

como un caracol en el abismo de su concha,
como un silencio en un aullido,
como viento en una cabina o corazones en un suspiro.

Después de tanto tiempo me volví a llamar
y fui yo quien respondió al otro lado
con voz nerviosa.

Sobre el tiempo

Dentro del tiempo, y dentro del mar,
y dentro del tiempo que aún nos queda por estar.

Me gustaría estar en medio de ninguna parte, buscando abrigo.

Pero no tenía nada mejor que hacer que seguir pensando.

Tenía las horas contadas, en calderilla, sobre la mesa.

Me senté a dormir.

El mundo estaba tranquilo mientras la colección de horas chorreaba tiempo.

Eso era bueno.

No me preocupó nada más, de momento.

Tautologías

A fuerza de no saber nunca quién soy
me he hecho una imagen bastante aproximada de mí mismo.

«Su locura le mantenía cuerdo».

Es posible que todo lo que he hecho
que todo lo que he dicho
que todo lo que he sentido
tuviera un fin oculto más o menos evidente.

Tautologías…

Es evidente que el camino de uno mismo siempre es tautológico…

Eludimos ir al lugar al que siempre estamos yendo…

mientras no dejamos de ir, por supuesto.

Le pregunté a algún idiota por el cybercafé más cercano,
y cuando me respondió le mandé a la mierda.

No tenía nada en contra suya, odiaba a la humanidad entera
y le tocó a él recibir el paquete. Simplemente.

Me pregunto por qué odiaba a la humanidad entera.

Era sencillo.
No era nada complicado, no tenía misterio.

Él era parte de todo lo que me estaba diciendo dónde ir,
dónde encaminar mi derrota.

Después le pedí perdón,
convencido de que no serviría de nada.

Es cuestión de silencios cuando las palabras duelen.
Es cuestión de mantenerse firme cuando el tiempo cae.

Es cuestión de mirarte fijamente y decirte «te amo»,
sabiendo que eso no va a ninguna parte.