Hitler=SS ofrecía un tratamiento mucho más cáustico sobre el Holocausto: cuando un autor te fuerza a lanzar una risa histérica sobre algo tan terrible como los campos de exterminio es cuando comprendes que ese horror volverá. Que todos somos monstruos. Las «obras de denuncia» o testimoniales suelen ser en el fondo complacientes y reconfortantes para el lector: le hacen pensar que él es mejor y que nunca caerá en una actitud fascista. Resulta peligroso y casi indecente, en cierto modo.
Hernán Migoya en JotDown