Ayer descargué y metí en la memoria interna del teléfono la ROM, Gapps y el su, arranqué en recovery, formateé la chaché, los flasheé, reinicié y… listo. Una instalación sucia, sin formatear la el contenido de la memoria interna, pero ha ido como la seda.
No sé si para bien o para mal, pero no sé cómo funciona MIUI, sólo la utilicé los dos días que me obligaron hasta que me facilitaron el código de desbloqueo del bootloader. La 15.1 con Oreo me ha ido fenomenal, pero ya era hora de probar Android Pie. Con lo impaciente que soy he aguantado demasiado, pero es que la 15.1 ha ido realmente bien. El Redmi Note 4 tiene ya casi un par de años, y mientras que mucha gente lo tenga y lo utilice seguirá operativo mucho tiempo.
Mi Moto G [titan] anterior y el Note 4 [mido] son objetos útiles, versátiles, mantenidos por la comunidad. Esa es la idea.