Tal vez te diste cuenta que aquello de fuera no era tan grande. No lo sé.
Tal vez fue otra cosa, tal vez, como dijo el cusano, todo sea un trasunto interior que explende o irradia hacia fuera, transformando el mundo.
Quizá por eso siempre tienes lo que te llevas. O quizá por eso tarde o temprano siempre te alcanzan los mismos problemas, por muy lejos que te vayas. Entonces toca partir otra vez, y otra vez para nada. Hay un tipo de maleta que nunca puedes dejar en casa.
No tengo ni idea.