Foto cortesía del clip doblado.
Bueno, pues hoy no era definitivamente un buen día, después de un rato triste o entristecido o reblandecido por la tristeza me he puesto a hacer viñetas, con las que me he reído un rato, que es algo más que nada y algo menos que mucho. No respondo preguntas sobre los motivos de la tristeza porque son inefables, o mejor así, o mejor no considerar las motivaciones del asunto cuando ni siquiera el asunto es transitable. Me voy a leer la colección de best-seller que les tumbé a mis padres y se me olvida la vida cuando me meto en el rollo de espías, organizaciones internacionales y demás zarandajas. Claro que, después de Cortázar, quién sabe.