Se ha muerto un pez. Me he dado cuenta hace un rato, nada más. Había
puesto la peli de Vic y me he quedado mirando una cosa blanca detrás de
una roca. No hay cosas blancas en el acuario. Lo único blanco que hay
son los peces, cuando se mueren y pierden el color. Cuando se mueren y
los demás, sobre todo los plecostomus, les chupan.
No sabía qué hacer. De eso se ocupa lele. Yo quito luces y cristales y
veo cómo lo coge, lo tira a la papelera, y disimulo la tristeza
volviendo a colocarlo todo como si nada. Aquí no ha pasado nada. Ni
siquiera estaba enferma. Era la novia del tetra del congo. Ahora él está
también solo, aunque no es lo mismo. No tiene nada que ver, pero ahora
él también está solo, 120 litros son mucha soledad. He quitado las luces
y el cristal (eso era fácil, tengo práctica) y he cogido la red. Con
ella he movido la roca, para que hubiera circulación de agua y ella
saliera de detrás. Parecía una ninfa, blanca completamente. La he
perseguido por el acuario, las corrientes de agua del filtro hacían que
pareciera viva, pero era sólo una ilusión. No nadaba, solamente se
movía, dejándose llevar. Estaba bien muerta, desde hace rato. Bien
chupada ya. Los peces no tienen ningún sentimiento. Quizá el tetra sí.
Se mueve mucho por todo el acuario. Nervioso. La está buscando. Le
entiendo. Qué putada, joder. Todavía tenía los ojos, me he dado cuenta
pronto. A lo mejor no la ha visto. O a lo mejor él también ha chupado,
quién sabe. Supongo que los otros peces están ahí, siguen ahí, pueden…
acompañarle y tal.
Al final la he cogido, atrapándola en un requiebro calculado, sin joder
ninguna planta, ningún otro pez. La he sacado. Quería hacer algún
ritual, por primera vez. Pero no se me ha ocurrido nada. La he llevado
delante de mí, lejos, para no verla, he levantado la tapa del váter. He
tirado dentro a la ninfa. He cerrado la tapa. He tirado de la cadena.
Los bichos se mueren, eso es algo que hay que aprender, eso es todo,
pero he llorado un poco. Por ella, y por el tetra también. Cuando estaba
lele tenía que hacerme un poco el duro, porque a ella le dolía mucho y
si yo me ponía también triste… parece que la tristeza se multiplicaba
por dos, exactamente. Ella ya no se entera de nada, pero no volverá a
nadar por ahí, huyendo del tetra, que la acosaba desde hacía un año por
lo menos, algo sexual, supongo. Bueno, ella nunca parió. Hace tiempo
pensamos que tenía un cáncer o algo así, tenía el vientre hinchado. La
seguimos mucho, pero no parió. No tenían plantas entonces, seguro que no
tenían intimidad. Tampoco se murio, pero ahora pienso que a lo mejor sí
era un cáncer. El tetra… bueno, quizá acose a otro. A lo mejor se
vuelve loco. Espero que no siga mucho tiempo como un psicópata por ahí,
nadando patológicamente, buscándola. Os juro que nunca ha nadado así.
He tirado de la cadena, fácil. A lo mejor se queda en las cañerías y
vuelve. He tirado muchas veces de la cadena. A lo mejor un día me
levanto de cagar y la veo ahí, sobre mi mierda. Eso no quiero que pase.
Por encima de todo no quiero que pase eso. Ahora no tengo ganas de
cagar, menos mal. Espero que se haya ido bien lejos, a descansar en
aguas fecales y residuales, donde algunos insectos tendrán un buen
festín o lo que sea para que tanta materia ahora muerta vuelva a la
vida, como sea, algunas bacterias benditas que disuelven algo tan
complejo y, sin más, lo simplifican, de la idolatría autosatisfecha del
organismo al kaos primigenio. Simplicidad.. Lore los tiraba a la
papelera, y a lo mejor se tiraban ahí un par de días o tres, porque
tenemos una papelera en cada cuarto, otra en la cocina, otra en el baño,
y cuesta llenar una bolsa. Después, cuando la sacaba a la basura, yo
siempre pensaba que el cadáver me rozaba las piernas. Que su cabeza
salía por algún agujero y tal.
Ahora no, pero me tengo que sentar ahí para eso, para defecar. Y creo
que voy a pensar que está ahí, esperando otra corriente de agua para
volver. Supongo que la he tirado por el retrete, es cuestión de
aceptarlo. No sé dónde acabará, pero me parece mucho mejor que terminar
en un vertedero, entre botellas vacías de mistol, comida podrida medio
comida, pañales y cientos de latas de cosas diversas. Es mejor, se lo he
explicado al tetra, mientras seguía moviéndose como un loco por ahí.
Claro, que a lo mejor termina en una reja de esas que ponen para que las
cañerías se tupan. En ese caso por lo menos no habrá botellas de mistol.
Qué deprimente. Siempre habrá bacterias, gracias a lo que sea.
Pues eso, que se ha muerto un pez. Nada más. A lo mejor debería enviar
este correo a lele, para que lo sepa. Pero mejor no. Y eso me recuerda
otra cosa. Voy a regar las plantas que aún quedan. Voy a echarles algo
de comida especial a los peces.