Sobre los comentarios… no voy a opinar, supongo que tienen sus
razones para hacerlo así. Quizá yo lo esté entendiendo mal, o algo se
me escapa, pero de momento lo único que puedo hacer es lo que hago (y
mirar el móvil como un desesperado 24 horas al día, nunca he mirado
el móvil tanto).
En cuanto a este fin de semana en un pueblo de Salamanca, ya contaré,
ya. Muchos bajones y algunos ratos buenos. La gente se lo curró para
que yo me lo pasará bien (y excepto Cisneros y una prima suya, nadie
sabía nada), pero en ese caso, como en todos, sólo pude hacer lo que
hice, a veces estaba bien, a veces se volvía transparente el telón
y… bueno, ya está dicho.
Y sí, Goyo bebió, en contra de cualquier ley lógica, con su
enfermedad. Como ya dije en otra parte si hubiera estado más entero
le hubiera echado de casa, pero no tenía fuerzas y me hacía mucha
falta su compañía. Koldo es Koldo y Hare estaba inmenso.
No voy a llorar más en esta lista de correo, o lo voy a intentar.
Estoy hundido y hecho polvo y medio muerto, pero cogeré la mitad
medio viva y haré algo con ella. No me podéis ayudar más que con
vuestra compañía, no hay palabras de ánimo en esto, porque no hay
nada que me anime. Sólo quiero una cosa, y eso…
nadie me lo puede dar, ya ni siquiera Lore.
Ande andará.
Bueno. Eso. Qué mierda, qué puta mierda, qué ostias, joder. Sé que me
lo han dicho muchas veces, pero a ver si hay alguien que me haga esto
verdaderamente comprensible. No el problema, que ese está claro como
agua de manantial, sino la solución. Que alguien me cuente que es lo
mejor.
Claro, que eso no tiene sentido. Sea la mejor o la peor
para «nosotros» en tanto que «nosotros», y no como Lorelay y Miguel
por separado, es lo que hay. Así que no se puede hacer nada.
Puta mierda. Juro que nada tiene sentido.
Ala, que me pierdo y vuelvo a llorar en esta lista de correo.