Lo suyo sería un despuntar del alba más sereno, con los ojos en su sitio, las manos claras, los brazos dormidos y profundidad bovina en la mirada. Lo suyo sería un despuntar, creo, más diáfano, con luces tras las cortinas que no quieran decir nada. Lo suyo, en suma, sería que todas las partes tuvieran sus propias cimas para que todos los todos dejaran de tener esquinas, recovecos (agujeros).
Burlar es de necios.
(Recuerdo a aquella chica que siempre miraba al hueco entre tu cara y la pared de la izquierda, recuerdo esa expresión interesada por cualquier menudencia, la fuerza (indolente) de sus palabras. Recuerdo que era tonta, y que una cosa no quita la otra. Recuerdo que hay olas porque las guardo contenidas en el pecho. Recuerdo que no había conversación interesante que fuera posible, recuerdo el desprecio y, al mismo tiempo, la envidia).