Y él está siempre allí. Miraba
lo imposible. (Han pasado cerca
de veinte años.) Y él está
ensimismado, ante la puerta
infranqueable.José Hierro. El rescate imposible.
Siento el miedo dentro y no puedo pensar. Me cubro de recuerdos, me escribo hacia atrás: no puedo parar de huir. Escucho mi silencio, que atruena alrededor, me quedo mudo y ciego, no puedo estar aquí. Me vuelvo una roca.
Creí que sabría estar a la altura cuando fuera a pasar. Creí que algo habría aprendido. Pero pese a todo sigo siendo el mismo, supongo.
La vida tiene tiempos que no puedo seguir. Me escurro hacia el coche sintiéndome caer, la llave no sabe abrir. Y juro que no entiendo cómo me hice así. Tan frágil y tan denso que sólo puedo huir, largarme de aquí.
Creí que sabría estar a la altura cuando fuera a pasar. Creí que algo habría aprendido. Pero pese a todo sigo siendo el mismo, supongo.
Supongo. Supongo.
Me muevo entre susurros, sin apenas respirar. Sonrío algo más tarde. Más tranquilo.
Más escondido.
Creí que sabría estar a la altura cuando fuera a pasar. Creí que algo habría aprendido. Pero pese a todo sigo siendo el mismo.