Perdedor, ra. (De perder) adj. Que pierde. Ú.t.c.s. (RAE).
Pero tengo la sensación de que no es tan sencillo. El perdedor pierde porque va contracorriente, no porque no pueda hacer otra cosa. No va a poder ganar nunca, eso es seguro, de uno u otro modo. No levantas cabeza cuando tocas techo, y no te lo has puesto ahí mismo gratuitamente, sabes dónde no quieres llegar. Podéis mirarlo como una imagen romántica que me ronda la cabeza, de echo algunos/as ya me lo han comentado. A veces incluso con rabia. Con desprecio. Esta es mi ruina personal en una página. Todo va viniendo, como los finales de las historias. Uno sólo sobrevive, intenta no perderse a sí mismo, pero las cosas no se toman la molestia de tenerte en cuenta. Les da por pasar y pillarte siempre los dedos en medio.
Esta página, como es evidente, no intenta ser un prodigio del diseño. No es una victoria. Voy a seguir perdiendo exactamente igual, con o sin ella. Perdiendo en mi propio sentido y en mi propio beneficio.
Bah, desorden dionisíaco y catárquico, la búsqueda del otro. Decía:
«Mientras más cultiva el hombre las artes, menos se empalma. Se produce un divorcio más y más sensible entre el espíritu y el bruto. Sólo el bruto se empalma bien, y la jodida es el lirismo del pueblo. Joder es aspirar a entrar en el otro, y el artista no sale jamás de sí mismo.»
Charles Baudelaire, en sus documentos póstumos.
«Quien, por un amor demasiado grande, lo que al fin y al cabo es monstruoso, muere de sufrimiento, renace para no conocer ni amor ni odio y disfrutar. Y ese disfrute de la vida, por haberse adquirido de forma innatural, es un veneno que tarde o temprano corrompe el mundo entero. Lo que nace más allá de los límites del sufrimiento humano actúa como un boomerang y provoca destrucción».
Henry Miller. Trópico de Capricornio.
Y una mención a las escrituras (hasta a mí mismo me sorprende hacerlo).
«Yo sé, y confío en el Señor Jesús, que nada es inmundo en sí mismo; más para el que piensa que algo es inmundo, para él lo es.»
Epístola del Apostol San Pablo a los romanos, XIV, I4.
Protagonizo mi propia película
Soy mi propio espectador
y solo aplaudo
Cuando quiero yo
ok