No se trata de un hueco, que es carencia,
ni del reverso de la luz;
pues todo lo que niega constituye.
Tampoco del silencio que, aunque no es supresión,
difunde en un sinfín naturaleza extensa.
Porque hablamos desde este fiel engaño de la ficción de la
palabra
podemos enunciar esta pausa solemne:
no se trata de la existencia cierta del concepto de Dios
como Imposible.
Ni siquiera es tampoco la previa negación de alguna insuficiencia.
Lo pensáis como un frío, mas esa es vuestra carne.
No afirma y nada niega su firme coherencia.
Francisco Brines. Definición de la nada.