No todo vale, no sé por qué. No todo vale. No es tocar sin más. Pero al mismo tiempo sí. Es como cuando quiero quedarme dormido con un podcast pero no puedo hacerlo con uno que no me interese, ¿qué sentido puede tener eso? ¿Para qué necesito que me guste lo que no voy a oír?
Tocar no es tocar, ser no es aguantar esta mierda. Después del undécimo pringao que me insulta sólo por no aguantar sus mierdas empiezo a ver alguna regularidad. Hay que encontrar a esa gente que no viene cagarte encima. Los habrá más o menos egoístas, más o menos interesados, más o menos confiables, pero que no vengan con esa intención de bajarse los pantalones y plantártelo en medio de la cabeza.
Aguantar, soportar, más tarde, luego, encontrar el momento, espera a que pase, déjalo correr. Tu jefe un viejo amigo los que te vigilan el banco el alcalde gente así.
Ahora ya no sé volver al tema de tocar, pero ya no parece que importe. Con una frase bastaba. No tiene mucho más recorrido la cosa.