He vuelto al local, pero esta vez no a grabar sino a ensayar. Hace muchos años que no hago algo como eso. En Graco tengo canciones hasta finales de octubre. Eso, aunque está fenomenal, no me preocupa ahora mismo. He estado reaprendiendo a tocar mis canciones, reaprendiendo las letras, y me encanta. Me encanta usar un micro, las posibilidades que tiene comparado con cantar a pelo. Vale que las PA hacen mucho ruido, vale que el ampli que me compré en su día va a su bola y no consigo ni acercarme al sonido que me gustaría sacarle, pero ejecutar las canciones en directo tiene una magia tremenda que espero aprender a dominar un poco con el tiempo. Llegar allí y reventar.
Reventar.
Espero encontrar sitios en los que hacer directos después, pero eso, de nuevo, tampoco me preocupa ahora, ahora sólo pienso en aprenderlas. Extenderlas, que ganen vida a fuerza de tocarlas una y otra vez. Pulirlas, desbastarlas. ¿Es suficiente? ¿Qué lo es? Espero llegar a ese lugar en el que quiero estar. Todo cambia tanto y tan rápido que no sé. Pero espero.