Hay un monton de polen que se acumula en los callejones sin salida del viento, esquinas en las que sólo puede soplar de un modo y yo respiro mal y camino sudando y hace calor y tengo ganas de llegar a alguna parte aunque no me quejo, que poder estar en movimiento es lo mejor que hay y fenomenal y está bien y no podría desear nada mejor pero hay un montón de polen y la cosa se complica un poco.
Por otra parte notar el sol picando en la cara picando en el cuerpo reactivando dando energía poniendo las cosas en movimiento es brutal.
Y la vida, la vida también lo es. Ver plantas apiladas en un terrón de tierra infinidad de bichos volando por encima.
El polen es la vida que semilla los días y futuro y promesa y mañana. Miles de plantas efímeras creciendo en unos días para soltar su cosa gameto y morir agostadas. Es esa especie de mediana inutilidad, ganar tiempo, conseguir abrir la posibilidad de la generación que viene. ¿Para qué? Pues supongo que para eso, para estar entonces, para tener alguna opción de volver a estar en el siguiente entonces. ¿No es eso de lo que va todo esto?