He comprado rimworld, así que supongo que habrá menos de esto. Ayer perdí a tres de mis colonos por el ataque de un oso. El último se quedó solo tras verlos morir durante el tratamiento y de abandonar sus cadáveres lejos porque no sabía cómo enterrarlos. Tener los cadáveres cerca le repugnaba y le deprimía. No tenía habilidades médicas (de ahí lo del éxito de los tratamientos) ni sociales (cero comercio) y tenía 78 años de edad en ese momento, así que la cosa pintaba muy muy complicada. Más tarde un jefecillo lejano se ofreció a enviar a uno de sus súbditos si su hijo aprendía la experiencia de vivir en el asentamiento durante 5 días sin morir. Casi lo mato al meterlo en la lanzadera sin comida tres días antes de que despegara, para cuando finalmente encontré el botón para adelantar el despegue tenía desnutrición severa. Como por suerte llegó vivo (al menos respiraba) me mandaron a Martillo, un curandero. Cuando he cerrado la partida estaban recogiendo fresas acompañados por una mujer y una cabra (sic) que habían aparecido por allí de dos orígenes diferentes para vivir la experiencia. La colonia de la muerte se disfraza de casa rural. Martillo está investigando la tecnología para construir una radio y ponerse en contacto con gente que quiera venir a la colonia. Los primeros colonos hicieron las cosas sólidas y hay energía, comida y espacio de sobra. Félix, el superviviente de la primera hornada, está deprimido porque los cuerpos de sus primeros compañeros ya se han convertido en polvo y no hay tumbas a las que presentar respetos y dar las gracias.
Tengo un mamut tumbado en la sala común que lleva inconsciente meses. Atacó cuando una delegación estaba de visita y le atravesaron la cabeza con una flecha. Félix lo curó y lo alimenta con paciencia pero no ha recuperado nunca la consciencia.
Todo eso jugando en ridículamente fácil. Ahora ya no quiero hacer otra cosa.