Todo empezó yendo a comprar un casquillo para la lámpara esta mañana, uno que admitiera pantalla. Pero todo empezó cuando pasé por la zona de plantas y pillé tres nuevas. No, todo empezó cuando volví a casa y quedamos para comer con la carolamen. Ah, ahí sí que empezó. Pero es que todo empezó mucho antes, cuando arreglé la lámpara del salón con el tiempo contado antes de salir, cuando la encendí y se hizo la magia. No, todo empezó cuando comimos después de buscar aparcamiento durante eras, eras enteras. No, todo empezó mientras comíamos un bocadillo de tortilla con pimientos. Si puedo elegir, elijo eso como principio. No está en mi mano, en cualquier caso. Creo que todo empezó cuando nos pusimos a limpiar las plantas de la terraza, mover macetas, barrer las hojas secas del suelo y de detrás. O cuando tiré la estantería de madera podrida. Quizá todo empezó ahí, en que me daba pena tirarla pero se deshacía y algo había que hacer con ella. O quizá cuando barnicé el resto de las cosas de madera de mi terraza, las dos baldas y la mesa. O cuando retiramos la metálica para limpiar detrás. ¿Quizá fue ahí? Todo empezó quizá mientras cambié el tendedero, mientras me peleé con el tornillo metálico que se había oxidado y había perdido la cabeza, taladrando a su alrededor para darle suficiente holgura para sacarlo pero no tanta como para que el taco nuevo no agarrara. No, ahí no había hecho más que prepararse para empezar, creo. Si eso tuvo algo que ver debería haber empezado cuando de hecho terminé de cambiarlo. No, creo que no. Todo empezó mientras podábamos, ahí seguro que sí. Todo empezó mientras yo barnizaba y tú podabas, eso creo que puede ser el punto. Todo empezó cuando terminamos y te llevé a tu casa, ahí creo que sí, ahí, en el coche. Charlando sobre todo esto sin darnos cuenta de cuánto es todo esto. De cómo de sobredimensionado es todo esto que sigue sucediendo. No, todo empezó mientras tirábamos las dos bolsas de restos de ramas, hojas, cosas que seguían estando vivas pero menos que antes. Con menos esperanza de futuro en el estado actual, al menos. Todo empezó seguramente cuando volví a casa y le eché un vistazo a todo esto en mi cabeza y cogí la guitarra. Seguramente ahí, yo creo.

Pero todo empezó antes, mucho antes. Todo empezó el diciembre pasado cuando tomé una decisión sobrecogedora que es la que está posibilitando todo lo demás. Y quizá, si lo pienso bien, todo empezó hace casi medio siglo en un ambiente en el que yo no tenía nada que decir. Seguro que por ahí va el tema, seguro que ese es el sitio. Pero no es el modo en el que las cosas se dan, en el que las cosas se hacen. Así que sí, creo que sí, supongo que todo empezó yendo a comprar un casquillo para la lampara esta mañana, uno que admitiera pantalla. Me costó encontrarlo porque no me gusta preguntar pero, cuando lo vi, supe que todo iba a ir fenomenal. Quizá no era consciente del todo de todo lo que iba a pasar, pero seguro que al menos lo tenía claro como posibilidad.