En gritar alto. Irme de vacaciones. Sentarme a rozar cuerdas 300 días sin tocar nada en concreto. Relajarme. Dejar de notar presión. Dejarme llevar. Mirar atardecer desde las tres de la tarde. Dejar las cosas pasar, dejarme pasar entre ellas. Gritar, gritar alto. Mirar al fondo del plato, del vaso, llevarlos a la pila. Fregarlos. Sentarme en la terraza y regar. Después irme a dormir, taparme con la sábana, colocarme boca abajo. Pasar una pierna sobre la otra, meter el brazo bajo la mejilla abrazando la almohada y roncar.