¿El anticuario? El mismo, pero desde otra parte. Corriendo por los pinos y derrumbando laderas y bañándose en el mar. Luego volví, a lo mismo, pero nunca volvió a ser lo mismo. De momento, al menos. Uno siempre sube y baja, baja y sube y siempre en la misma montaña rusa, pero con diferencias.
Bueno es saber que en todo camino hay un camino.
Respuestas inesperadas: ¿se puede huir de uno mismo? Evidentemente, pero… ¿quién quiere huir de uno mismo? Uno quiere huir de aquel que no es y que se ve forzado a ser todo el tiempo. El otro, el que se manifiesta cuando se detiene el tiempo y no se es, no puede ni quiere escapar de sí mismo.
Respuestas inesperadas.