# perdiendo.org/museodemetralla

entraron en mi cabeza (201) | libros (20) | me lo llevo puesto (7) | pelis (2) | Renta básica (9) | series (6) | escasez (2) | frikeando (94) | arduino (1) | autoreferencial (11) | bici (1) | esperanto (4) | eve online (3) | git (2) | GNU/linux (4) | markdown (7) | nexus7 (2) | python (7) | raspberry pi (3) | vim (1) | wordpress (1) | zatchtronics (3) | hago (759) | canciones (157) | borradores (7) | cover (42) | el extremo inútil de la escoba (2) | elec (1) | GRACO (2) | guitarlele (11) | ruiditos (11) | Solenoide (1) | fotos (37) | nanowrimo (3) | novela (26) | criaturas del pantano (5) | el año que no follamos (12) | huim (5) | rehab (4) | poemas (356) | Anclajes (15) | andando (3) | B.A.R (7) | Canción de cuna para un borracho (38) | Cercos vacíos (37) | Cien puentes en la cabeza (7) | Conejo azul (6) | Contenido del juego (5) | De tiendas (3) | del pantano (3) | Destrozos (2) | Epilogo (4) | Fuegos de artificio (5) | Imposible rescate (15) | Jugando a rojo (7) | Libro del desencuentro (2) | Lo que sé de Marte (11) | Los cuentos (21) | Montaje del juego (5) | Orden de salida (4) | palitos (31) | Piernas abiertas (7) | Poemas medianos (12) | Privado de sueño (7) | rasguemas (5) | Tanto para nada (17) | Todo a 100 (2) | Uno (4) | relatos (96) | anatemas (9) | orbital (2) | prompts (8) | vindicaciones (103) | perdiendo (1.706) | atranques (1) |

migajas de abrazos

Primer día de curro. Como un colegial cojo mi bici y me monto, sin
olvidarme de las pinzas para no manchar de grasa los pantalones, y me
largo. Llego allí, los que lo saben me miran apenados, los que no se
meten con mi ex-perilla. Todos, sin distinción, se ríen de mi cresta. La
mañana pasa bien porque hay curro, pero sobre las doce empiezo a pensar
de nuevo en lore, y en los consejos de victor, que me dice que estoy
cogiendo el camino más duro y que no me entiende. Intento comprender
eso, pero no puedo. Quedar con lore de vez en cuando, supongo (migajas
de abrazos).

Quedar con ella y pasarlo bien, supongo. Pero sólo puedo pensar en lo
que no tenemos. Ella no llama nunca, a veces manda tímidos mensajes:
«¿qué tal?» ¿Y tú qué crees? No pensar en que me han abandonado. No pensar.

No tengo muchas ganas de escribir, voy a ir a por más tabaco y más
cervezas. Hay cosas mías que lore no soporta. Eso me dijo ayer. Eso no
cambia.

quiero que vuelva

Estaba asediando sólo a victor con estos partes, y me parece un poco
sobrecargarle. Se acabó, señores, ojalá fuera tan fácil de comprender
como de decir. Acabo de hablar con ella otra vez. Quiere quedar conmigo
para pasarlo bien, y a mí me parece una paradoja. Dice que nos llevamos
bien y nos caemos de puta madre. Supongo que me está dando pistas, pero
me prometo cambiar a partir de mañana, hoy todavía no puedo. A lo mejor,
con lo del curro… me espabilo, pero no sé, no me da a mí que vaya a
ser así. Quiere que lo viva con normalidad, que nos reconstruyamos por
separado. Tampoco me queda otra, ahora mismo, más que construirme por
separado. He llamado a Koldo para irnos de bares, pero no ha contestado.
Ayer estuvo bien, aunque no quiero hablar de ayer. Joder, su voz. Joder.
Cómo la amo. No soy un tipo fuerte, quizá ella estuviera en las últimas,
quizá volver fuera repetir, pero eso nunca se sabe. Y menos cuando ya se
conoce el problema. En realidad supongo que ya no me quiere o algo así,
y que está diciendo lo que se hace decir. Adios amor, hola recuerdos.
Claro, evidentemente me repondré, pero ya nada será igual, he muerto un
poco en esto. O un mucho.

No quiero irme de bares, quiero dormir con ella. Pataleo. Pero es que me
estoy muriendo, lo que no parece comprender. Evidentemente, si ella
vuelve ahora es sólo por pena, eso debería levantarme, porque si es sólo
eso no es nada. Todavía no sé como se pasa en un día de vivir con
alguien a no querer ni pensar en vivir con ese alguien. Debería pedirle
consejo a ella (y perdón si esto es ofensivo o demasiado irónico).

A veces creo que es verdad que tiene esperanzas de que algún día
volvamos a ser pareja, pero de otra forma. El resto del tiempo sólo
pienso que quiso dejarme y se engaña a sí misma pensando eso. Mucha
cerveza, mañana no voy a estar entero en el curro, aunque supongo que lo
entenderán. Me siento como el día antes del primer día del curso. Quizá
un par de bares estarían bien, quizá una tía, o dos. Quiza es que tengo
que recuperar el espíritu de kombate, el consuelo de la poesía. Pero
claro, como ahora sólo puedo hablar de esto es una mierda. Imaginad el
poema:

Quiero que vuelva.
Quiero que vuelva.
Quiero que vuelva.
Quiero que vuelva.

Y así indefinidamente.
Vamos, que no tiene sentido. No sé cómo puede pretender que me sea tan
fácil reconstruirme, no echarla de menos. Pero soy un plasta y lo sé,
así que antes de acabar con la paciencia de nadie tengo que espabilar,
rehacerme, ser yo mismo. Pero es difícil ser yo mismo sin ella. Vamos,
que no me atrae la idea. Me estoy bajando películas porno de internet,
no me preguntéis por qué. Dios mío, ¿dónde estará koldo? Haciendo el
tarado por ahí, supongo.

Desde luego encerrarme aquí es un error, me hubiera ido al cine, si
tuviera pelas para ello, o a comprar libros al fnac. Aprovecharé la
invitación de Cisneros y me iré con él a su pueblo, él paga, yo
prostituyo mi compañía funesta (lo que es la amistad, joder, lo que
tiene que hacer el pobre), él siempre folla, y supongo que yo también si
me crece la perilla. Qué sufrimiento de perilla. Ayer… no, no quiero
hablar de ayer por la noche, fue todo demasiado confuso, demasiada
noche. Ayer la perilla no importó demasiado.

¿Soy un escritor? No lo sé. Creo que seguiré con lo de los certámenes,
por si gano algo. Ahora mismo se me han jodido todas las novelas, porque
ha cambiado toda la perspectiva. No sé lo que soy. «Nos ocupamos del
mar, y tenemos dividida la tarea… ella cuida de las olas, yo vigilo la
marea… es cansado, por eso al llegar la noche ella descansa a mi
lado… sus ojos…. en mi costado».

¿Me he perdido en esto? ¿En qué me he convertido? ¿Qué es lo que quiero
ser? Ni idea. ¿Por qué soy tan blando? Mientras me quiso no me importó
depender tanto de ella, es más, quería depender tanto de ella. Ahora es
dificil retornar, tomar las riendas, fuí abandonando un montón de cosas
que no le gustaban y que ahora no sé cómo recuperar. Ella, su voz,
joder, su voz cada día suena más convencida. La mía cada día suena
menos. Me ha dicho que lo está pasando mal, pero con la voz no muy
segura. ¿Necesito yo escuchar que lo está pasando mal? ¿?

Ahora saco un litro, el tercero en un rato. No me preocupa terminar
alcohólico, no tengo pelas suficientes para la graduación. Me quedaré en
la escuela, practicando. Tengo una casa, tengo muchos amigos
(afortunadamente, y mientras no les sobrecargue), pero mi situación,
incluso sin contar lo anímico, es bastante complicada. Si me voy a un
piso compartido me voy con Marcos, un alcohólico esquizofrénico con un
amor como el mío pendiente desde hace años (Eva se llama ella) y un
montón de rollos complicados con pibas complicadas, una de ellas amiga
mía de la infancia y con la que yo mismo… bueno, estoy también en una
situación complicada, digamos. Me iría con él y con Koldo, que es buen
tipo pero muy… bueno, quien conozca a Koldo que complete la frase,
quien no lo conozca que se joda, porque yo no puedo. Puedo quedarme aquí
y vegetar, porque no me quedan pelas ni para cagar mucho, a no ser que
robe papel higiénico de los bares.

Es curioso lo del dinero, empieza a ser importante, ¿signo de alguna
recuperación?

Es curioso que no me sienta bien por vivir solo, siempre pensé que es lo
que quería. Que únicamente solo soy yo mismo, y luego me devalúo en
compañía de otros. Menos mal que mañana se acaba el messenger, adiós a
deprimir a todo el mundo sin discriminaciones de raza, sexo, credo,
nivel de amistad… He pensado que debo ser egoísta, por eso no voy a
ver a mis padres, porque no me siento nada bien, pero les estoy
destrozando… Si recordáis en mi casa hay una situación parecida, por
eso cada una de las posturas (mi padre, mi madre) refleja su posición en
su propio drama personal. No son nada objetivos, cada uno es un extremo
y no me ayudan en absoluto. Mi padre me defiende a muerte, y mi madre
defiende a lore a muerte. Lo entiendo, no pueden hacer otra cosa. La
mayoría de la gente tira sus vidas al garete, la mayoría de ellos están
pidiendo una situación como esta, ¿por qué me ha tenido que tocar a mí?
No era muy diferente. Pero eso es lo que hay. Me quedaría con mi vida
estúpida y falta de emociones vitales con tal de volver con Lore. Me
gustaría decirle a Lore que respeto su decisión, y que creo que conlleva
mucho valor (excepto algunas cosas relacionadas con el bucanero, que
ahora le paga teléfono, casa, coche, gasolina, y le da el sueldo, así
que la tiene comiendo en palmitas), pero no puedo. ¿Por qué? Buah,
porque no me queda mucho para pensar en algo que no sea mi propio dolor.
Tiempo al tiempo. Dolor al dolor.

Y nada más, por hoy. Tengo miedo de terminar esto y enfrentarme con la
noche, pero no hay otra. Tengo un litro casi entero y otro de reserva.
Perdóname, victor, por beber, es decir, por salirme del cine, pero es
que la película sigue siendo muy cruda. No me duelen los riñones, sería
una mala postura. Y menos mal, porque me tenían acojonado. Hay una frase
de Hank que dice que sólo ha aprendido de las ostias, exactamente de
recomponerse después de las ostias. Supongo que saco el lapiz, el
cuaderno, las tablas de multiplicar… y miro al profesor atentamente en
la pizarra.

vino faustino

Al final le he mandado un mensaje diciéndole que viniera si quería, que por mí no había problema, pero que no quería ponerme demasiado pesado con lo de vernos y por eso había hablado de otras cosas. Ella ha venido, me ha dicho que la llame cuando quiera. Hemos hablado unos tres cuartos de hora, de algunas cosas serias y de algunas naderías. Después se ha ido, y he releído la parte final de «La senda del perdedor», de Bukowsky, la de las pensiones, las peleas y las pérdidas de trabajo. Es un buen tipo, un tipo honesto, al menos. Me he acordado de una botella de Faustino V que compró el novio de la abuela de lore cuando estuvo aquí, para que cenáramos. Al final cenamos en otra parte y la botella se quedó en un armario. Es un buen vino. Me ha costado horrores encontrar el sacacorchos, supongo que demasiada cerveza últimamente, demasiado poco vino. Sé que no es un buen momento para un vino así, pero no creo que vaya a tener exceso de momentos buenos en un tiempo. El que haya comprendido no significa que se haya acabado el dolor, o mis buenas ganas de seguir viviendo con ella. Simplemente ha mutado, antes era más rabia, más abandono, más miedo, y ahora es dolor en estado puro. Pero este me gusta más, es menos lesivo. Es como una ducha fría, un tipo especial de reconstituyente. Supongo que me llevará arriba, si me agarro fuerte a él y no me despisto, pero no puedo prometer nada, evidentemente. El que haya comprendido no significa que no sienta que esto se puede arreglar de otra manera, ahora que está aislado y quietecito el problema. He llamado a mis padres para decirles que definitivamente no iba a comer, sé que es un poco cruel negarles que me vean ahora, pero es precisamente ahora cuando no me hace falta. He llamado a Víctor para ver qué tal estaba hoy que todo el mundo le ha fallado para doblar su último corto y terminarlo de una vez. Claro, estaba jodidamente cabreado, no hacía falta mucha inteligencia para saberlo. Pero supongo que hablar de ello calma, o lo que sea. También me ha invitado a comer, pero vuelvo a no tener hambre y, además, hoy no quiero ver a nadie, de momento. No quiero volver a comenzar la charla. Ya no me sirve de nada. El Faustino rasca, supongo que es otro tipo más de despedida, como la quema de bragas o terminar de lavar toda su ropa y guardarla en un cajón indoloro. Supongo que como la última vuelta que se ha dado ella por la casa, aparentando de forma más o menos consciente buscar cosas que la hagan falta. Quería despedirse de todo, sacar un par de instantáneas para el álbum de los recuerdos. Ayer todo fue muy bonito, precioso, pero no me hago ilusiones. Todo el pescado está vendido, eran los últimos coletazos, de nuevo ecos de otras guerras ya pasadas, retazos del eter de nuestra relación que se hacen visibles mientras se van esfumando. Faustino V también es un buen tipo. Cuando termine la botella se habrá esfumado algo más, soy plenamente consciente de ello. Un nudo menos, un salto cualitativo más. Me duelen de nuevo los riñones, son banderas del estado de la playa de mi ánimo. Ahora están en ámbar: marejada. Voy a volver al viejo Hank y al vino, esta tarde quiero diluirme un poco en ambos. Dejaré para mañana lo de las fuerzas y esas cosas. He comprendido, pero eso no significa que me haya vuelto súbitamente frío, o excesivamente racional. Esto duele un poco, se aferra dentro a fuerza de garras. Garras que se clavan en mis riñones y un poco en mi corazón, pero sobre todo en el cerebro. El muy maldito me repite cosas al oído, bajito, susurrando. Son cosas que no debo oír, y ya soy un hombrecito. Tengo una nueva distracción. Un pedazo de intestinos ha decidido salir y ver qué hay más allá del culo, él sale para fuera, yo le empujo para dentro con el dedo, y así una vez tras otra. Es un combate igualado, de los que se pueden mantener durante horas. Vino para todos, el buen Faustino V.