Habíamos descubierto la forma allí mismo, entre nuestras inseguridades. En vez de ocultarlas íbamos a hacer de ellas nuestros nombres, nuestros rasgos, los timbres de nuestras puertas. Un montón de gente simulando ser perfecta no es más que un montón de gente con la paranoia constante de ser descubierta, y eso nos había llevado tan cerca de la aniquilación que, en comparación, haber admitido ser vulnerables nos confortaba como el canto lisérgico de una sirena. Ya estaba todo terminado: admitido. El hecho de hacerlo y reconocerlo aligeró el peso que nos había mantenido encorvados y medio locos desde que nacimos. Nadie querría volver de eso. Pero lo hicimos.
Categoría: hago
rape me cover mpkmini
rape me
rape me, my friend
rape me
rape me, again
I’m not the only one
I’m not the only one
I’m not the only one
I’m not the only one
hate me
do it and do it again
waste me
rape me, my friend
I’m not the only one
I’m not the only one
I’m not the only one
I’m not the only one
my favorite inside source
I’ll kiss your open sores
appreciate your concern
you’re gonna stink and burn
rape me
rape me, my friend
rape me
rape me, again
I’m not the only one
I’m not the only one
I’m not the only one
I’m not the only one
rape me
rape me
rape me
rape me
rape me
rape me
rape me
rape me
gente
Doscientos sacapuntas siete muelas y aún en el punto de partida. Doscientos sacapuntas, siete muelas y todo el mundo nervioso mientras, de fondo, suena el himno a la alegría por los altavoces para mantener todo en su sitio. Doscientos sacapuntas incautados, siete muelas de gente nerviosa sacados a golpes, cuatro reglas, dieciséis cartabones y catorce escuadras. No hay más punto de partida que el punto de partida, pero a partir de ahí todo se complica. Parece fácil mientras te vas preguntando qué hacer a continuación, y lo que importa sobre todo lo demás suele ser el instinto, que es algo indeterminado en el que doscientos sacapuntas siete muelas cuatro reglas dieciséis cartabones catorce escuadras no importan nada y lo que realmente importa es lo que te va pareciendo, y a mí no termina de parecerme nada mas que un jodido asco. Tendría que haberme quedado en casa.
La idea era otra. Se suponía que iba a ser más divertido. Tengo en la cartera los dibujos de mi hermana en la que yo aplastaba los bichos y los convertía en papilla y eso que me pareció tan divertido entonces es, ahora, presenciándolo en directo, otra cosa. En los dibujos aparece un letrero sobre mi cabeza que dice el tate acaba con ellos y ellos son horribles y está bien que los mande a la mierda, pero aquí delante no lo tengo tan claro porque respiran y sangran y se mean y se cagan y sudan y huelen a miedo y son horribles y parecidos y se parecen a mi y a mi hermana y me da cosa seguir presionando una vez que el daño les alcanza. Quizá deba seguir con el asunto por ella sobre todo. Mantenerla a salvo. Pero me cuesta mantener la cabeza centrada. Doscientos sacapuntas y ojos colgando del nervio sobre las mejillas y gritos y súplicas y por favor y un montón de costrones más. No es tan limpio como cuando lo era entonces, no es limpio, no lo es ni de cerca no lo es en absoluto es tan sucio.
Cada vez que quiero hacer un respiro me dicen que no se puede que tenemos que seguir en ello que estamos cerca de conseguirlo y que tengo que tomar la decisión correcta y yo firmo y continúo y es eso sobre todo y mi hermana y firmo y