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de nada sirve

Trabajando letras sobre la mesa y orgasmando debajo.

Un día increíble hoy. Tenía cuatro canciones con la música terminada y pendientes de letra desde principios de abril. He ido a comprar pan para unas tostatitas con tomate y zumo de naranja y me he puesto con ellas. No era la primera vez en todo este tiempo.

Pero han cuadrado. He salido al local y las he grabado. Hasta que no las masterice no sabré si las grabaciones han sido buenas, pero en principio parece que sí.

E, independientemente del resultado, me ha gustado el asunto. Me levanto, hago compra, desayuno, me pongo el movil con un altavoz bluetooth, el metrónomo, un boli y unos folios y me pongo a trabajar en las letras. A las tres horas como ha ido bien cojo la mochila del micrófono y el VE-500, añado el portátil y la tarjeta de sonido y me voy al local a grabar. En un par de horas lo tengo todo hecho y vuelvo a casa. Me voy a caminar, hago los ejercicios con las pesas. Ahora estoy agotado y satisfecho, con ganas de meterme en la cama y recuperar fuerzas.

Mañana tengo citas médicas importantes. Todo en su momento, de nada sirve darle vueltas.

Pero me gusta este asunto. Puedo imaginarme cómo sería mi vida si. Y aunque no, por lo menos tengo un breve atisbo de lo que podría ser. Esa pequeña maravilla de hacer lo que me gusta hacer.

También estoy contento porque me sobra aire, y cuando me sobra aire no fuerzo tanto la garganta, y cuando no la fuerzo suena menos violento pero puedo estar más tiempo pegando voces sin dañarme. Si las masterizaciones van bien tengo cinco semanitas del canal de youtube libres para componer y estudiar más guitarra, o armonía, o solfeo. ¡Aun teniéndolo todo me falta tiempo!

se me ocurren cosas que se van organizando

Al principio debió ser bailar, cantar y bailar como forma de integrarse en, de acallar la individualidad sin abandonarla. Porque no se puede pero se puede estar cerca. Integrados en las estructuras, las costumbres… nadie que quiera vivir en el mundo quiere vivir solo. La soledad asusta, por mera supervivencia. Pensamos que vivimos solos a veces pero está el que nos hace el pan, la ropa, revisa estructuras, nos pone un café. Vivir solo no es del todo eso, es otra cosa distinta.

Acallar la individualidad: soy yo cantando, esta es mi voz, soy yo bailando, este es mi cuerpo. Y lo hacía en medio de los otros que cantaban y bailaban a mi lado. Ellos que eran ellos y yo que era yo formábamos algo diferente que era un nosotros orgánico en cuanto integrado. Entiendo que eso debió ser la música, aunque supongo que es una romantización. Debió ser algo que cumplía una función sencilla y diaria, como desayunar por las mañanas o limpiarse el culo después de cagar: unir a la tropa, exorcizar demonios, salir de uno mismo. Vaya navaja suiza. No idolatrar modos de vida o exaltar presuntas genialidades… no. Cantar y bailar como algo diario y normal. ¿Quizá había trovadores itinerantes que eran eso, estrellas del rock? "Eh, ha llegado el que sabe cantar, sabe historias, trae noticias". Preferiría que fuera algo de cada casa, la verdad. Me gustaría saber más sobre eso.

El caso es que me lo planteo porque quiero recuperar algo de eso. Un poco de síndrome de Stendhal, algo de teatro y de truco de magia usando los elementos que tengo. Eso siempre termina en algo entre un acierto y un ridículo espantoso. A ver dónde consigo colocarlo dentro de ese espectro. Yo sentí la semana pasada bastante de eso con los loops y las modulaciones de la guitarra en el local. Y lo estaba haciendo yo mismo para mí mismo, no es que me estuviera ocultando cosas. En ese sendero estoy caminando.

Siempre he pensado que las canciones que se popularizan se escapan del autor tan pronto como empiezan a ser muy importantes, y que para legitimarlas lo ensalzamos acto seguido. Alguien que ha hecho algo tan importante para nosotros debe ser un genio, algo tan importante para mí, para nosotros, no puede haber sido creado por un imbécil o un necio. Elvis muriendo en la taza del váter, Mozart en la descripción que hace de él la película, son remates irónicos de una mentira que es parcialmente verdad. No son dioses, no conocen ninguna verdad revelada, pero han conseguido que nos reunamos en torno a algo. El que les veamos como genios no es algo que hagamos por ellos, lo hacemos por nosotros mismos, es para lo único que los necesitamos. Ellos son, de alguna forma, lo que estuvo dentro del dibujo de tiza.

el mundo me enerva

Literalmente.

Ayer me fui a que me dijeran los resultados de unos análisis y terminé haciéndome las pruebas de la alergia. Y encargando más análisis. Yo hace tiempo que en ciertas cosas he dejado de preguntarme qué. Por un lado pienso, con algo de ironía pero quizá no tanta, que no me importaría que me encontrasen algo bien. Por otro lado me doy cuenta de que si no tuviera algo bien no estaría escribiendo esto. Pero bueno, se entiende por dónde voy.

Tengo alergia a todo. De 21 muestras a 18 sustancias. No me dieron una lista de a qué, lo cual me dejó un poco extrañado. Extrañada estaba también la que me hizo la prueba cuando volví con la botonera de un ascensor en el antebrazo. Extrañada la alergóloga, que me dijo que era seguramente candidato a vacuna durante entre 3 y 5 años, seguramente 5 en mi caso. Quizá no estaba ninguna de ellas extrañada y soy yo que me lo imagino.

Bueno. Hoy he ido al dentista y lo tengo todo bien, no necesito nada. Un año hasta la próxima revisión. Ahí está lo del algo bien que pedía antes.

En realidad me alegra un poco. Ahora sé por qué todo me costaba tanto, al menos en comparación con lo que parecía costarles a los demás. Insuficiencia cardiaca junto con alergia universal, ¿qué podía saber mal? Me gusta que me detecten cosas, me gusta que me traten cosas. Me gusta subir las cuestas como si no lo fueran. A finales de mes tengo pruebas del corazón, y, si resultan en función de cómo me siento yo, espero muy buenas noticias.

No sé qué mecanismo de compensación está funcionando ahí, pero tanto mental como físicamente voy estando mejor según más cosas me detectan. Por mí, por supuesto, que siga. Lo del sentirme bien, lo de estar bien. Es maravilloso.