… tendente de piedra,
de frío cristal,
resordas en mis articulaciones
acompañando el leve rumor
del agua rebotando
en la barandilla de la terraza.
Espera la soledad
su entrada triunfal
en esta puerta.
Nos vamos dejando los
nudillos en no
pensar demasiado.
Te cojo un cigarro,
un halo de vida para quemarlo.
Te presto un
beso que se marcha
hacia tus labios.
Podemos figurar que
al agua, la piedra,
el corazón, los días,
los nudillos y los pensamientos
son olvidos que
simulan adioses,
sinecuras,
poemas mediocres
recibiendo
un sol sin luz
sin calor que
espera el viento
fuera,
donde la levedad,
donde las distracciones.
Ahora da igual,
te juro que es inexacto pensar
que algo se quemó
dentro,
seguimos cogiendo el mismo
autobús, el que nos lleva a los mismos
sitios, con los mismos asientos
ocupados o no y
el mismo conductor deprimido
o imaginándose en un efe-uno.
Nos emborrachamos cuando nos lo permiten
las autoridades gubernamentales y sanitarias
(viernes y sábado en el periodo comprendido
entre las diez de la noche y las tres de la ma-
ñana, tres cervezas a lo sumo para no atenta-
r de forma desmedida contra nuestros organ-
ismos), así, sin hacer mucho ruido o
emplear demasiado la imaginación, no sea
algo que no sea conveniente se despierte en
nuestros calcetines y así,
de repente,
peguemos el espaldarazo de darle la
vuelta al mundo.
“Estad tranquilos”
(eso parecemos decir con cada trago)
“todo seguirá según el
orden establecido”.
Y nuestros ojos ya no importan,
no es demasiado preocupante, nuestros
ojos-botellines-ETT son aciagos y sus cristalinos son incapaces de diferenciar entre un oso y un madero, les da igual la muerte que el camarero
(cuando con manos ávidas se acerca a saldar la deuda que agoniza, ya medio digerida, en los estómagos).
De verdad en serio los ojos dan ya igual y
nodesperdiciaremosnuestrasvidas y seremos
quienes estamos llamados a ser porque
noqueremosseralcohólicosnidesechos
y queremos el paro y el pisito en Algete
(a pagar en treinta años, en toda una vida)
y tenemospadresquedebenestarorgullosos
y no vamos a joderlo ahora con
yacasiterminadalalicenciatura
en cualquier mentira aburrida que
harádenosotroshombresseriosymujeresmodernas
no pienso fracasar cuando
ya
tengo
la
soga
al
cuello.
Y si el movimiento no está en el programa aprieta,
te juro que aprieta más con cada paso
en falso.