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un flotador, ese espacio

TLDR: Shogun mola.

Pues acabo de terminar shogun y de enterarme de la cosa de Ayuso y el convocar elecciones después de lo de Murcia. Que a tiempo.

Shogun me ha parecido un novelón. No sé si lo es. Tengo un problema. Tanto lío me aburre, me pierdo. Tanto lío hace que sea susceptible al encanto de la prestidigitación. Si no me interesa seguirte me cuesta mucho saber si el hilo está bien trenzado, no voy a ver los flecos sueltos si no puedo prestarle suficiente atención. Todo lo que sucede no me importa en absoluto, pero la cosa, la vida, la muerte, la honestidad, el juego… la diferencia. No es que esté mal escrito, no me refiero a eso, creo que está excepcionalmente bien escrito. Pero el rollo se me hace bola. Quién dijo qué e hizo qué y para qué y cómo terminó el asunto.

Pero, sin embargo, qué libro enorme. Cuándo una vida tiene valor, por qué lo tiene. Cuándo una sociedad lo tiene. Eso importa. "Libros, discos pelis… Eso importa." No, no lo hace, no lo hace en absoluto. Sólo es el tapiz donde se muestra el valor, lo que sí, el porqué. La continuidad, el sentido.

¿Alguna vez habéis pensado que teníais algo atrapado pero os hacía falta algo de tiempo para expresarlo? El tema es que Shogun te hace ser partícipe de un juego desde dentro y desde arriba, sin intervenir, cenital. Libros, discos, pelis son sólo cómo las cosas están pasando, pero no son lo que está pasando. Lo que está pasando es otra cosa. Lo que está pasando es lo que sostiene esos libros-discos-pelis, que son eso en lo que nos estamos enredando mientras tanto. Qué vago.

El amor, esa cosa. Ese vínculo que sólo se completa cuando es correspondido. El vínculo es doble o no es nada. Ese asidero que falta a ratos siempre y siempre a ratos. El valor de la muerte cuando tiene valor y que lo desvirtúa todo. Parece un contrasentido, pero si el momento actual tiene valor porque va a dejar de serlo no tiene ninguno, o al menos no el que parece. Si el valor que tienen las cosas es que van a dejar de ser no lo tienen más que en la negación de sí mismas (valoramos algo porque no es, no jodas). Las cosas no tienen valor por ser perecederas, serlo no es más que un factor circunstancial que confunde. Significa confundir el valor intrínseco de algo con el valor de su ausencia.

Detesto el grindeo en los juegos, que echarle horas reuniendo cosas te dé superioridad sobre los que le han echado menos que tú e inferioridad sobre los que le han echado más. No por tu habilidad, sino por tu fidelidad al juego. Me gustaba que, en el GW2, en el modo pvp tuvieras desde el minuto uno acceso al mismo equipo que cualquiera que llevase milenios en el asunto. Eso me gustaba mucho. Sólo manos, si las tenías (yo no las tenía y aún así seguía disfrutando porque era justo, iba a meter en medio "de algún modo", pero justo no necesita más calificativos).

La vida es morirse debido a una elección remota (en el tiempo) del juego evolutivo. Pero lo que importa porque va a dejar de ser rompe el equilibrio. Las cosas que realmente importan podrían vivir para siempre y seguir importando lo mismo —e importarían por ellas mismas, eso que parece tan tonto pero que creo que es algo—. Habría que ver, de entre las cosas que van a morir, cuáles seguirían importando si no lo hicieran. Cuáles soportarían ese tipo de prueba.

En un juego en el que consigues mejor equipo grindeando tienes una certeza, un compromiso. Si le dedicas el tiempo suficiente tendrás ventajas. Depende de tu elección, de ti mismo. La importancia que se le da a las cosas porque van a desaparecer tiene un compromiso parecido. Lo dije antes y no soy capaz de decirlo mejor, de afinar más, lo repito: es confundir el valor intrínseco de algo con el valor de su ausencia.

Qué duro.

Y sin embargo vamos a morir y eso nos confunde completamente sin que podamos evitarlo. Pero libros, discos, pelis es lo que hacemos mientras tanto y el lugar en el que lo vamos narrando.

Lo siento, conclusiones de miles de pelis y libros de vampiros y miles de pelis y libros de dioses: si envidiáis nuestra condición mortal por ella misma estáis mirando en el sitio equivocado (el valor de la ausencia de lo que desaparece o va a hacerlo). Al fin y al cabo somos nosotros mismos, los mortales, quienes escribimos las obras en las que ese argumento funciona como alivio de la presión. Un flotador, ese espacio.

vacaciones

Esta última semana he estado jugando a juegos darkest dungeon rimworld viendo jugar a loop hero (lo compraré ya) caminando intentando mejorar el sueño profundo (y consiguiéndolo!) leyendo shogun viendo shogun (la de R. Chamberlain, qué pelazo) he quedado con la family nos hemos visto hemos comido juntos en un parque. A veces es como que la ansiedad de hacer algo de ser algo de llegar a algo de cambiar algo se toma como un descanso y puedo estar una semana o dos viviendo sin más, entrando saliendo limpiando caminando comiendo currando leyendo viendo series tranquilamente sentado sin ese zum zum en la cabeza constante que me dice que algo NO está sucediendo (lo dice gritando) que algo estoy dejando pasar que me estoy perdiendo algo que estoy derrochando algo que no regresa nunca. Y joer es fenomenal que pare el zumbido aunque sólo sea por un rato, mucho más uno tan largo.

el deseo de repetir

Recuerdo algo de un libro de Kundera, no sé de cuál de ellos. Tendría que volver a leerlos pero me preocupa hacerlo y que no. No sé. El caso es que un tipo tenía un perro y ambos iban cada mañana a una pastelería a comprar unos bollos y después, ya en casa, jugaban a que el tipo le quería quitar el suyo al perro. Eso hacía al animal muy feliz. Kundera decía que el ser humano no puede ser feliz porque la felicidad es el deseo de repetir y el humano cuando repite se aburre. El perro sí puede ser feliz.

Hablaban en radio 1 de que hay gente que menosprecia a los contenedores y habla de chiquilladas y que hay un estado de excepcion no sé dónde (sí lo sé), como si les parecieran caros unos contenedores en comparación con todo lo que retienen y roban. Si los que protestan se conforman con un par de cacharros de plástico tenéis suerte. No puedes mantener indefinidamente a la gente en la pobreza, la precariedad y la falta de esperanza en el futuro sin que en algún momento tengas o bien que repartir parte de lo que robas o bien sacar a la calle a esa gente a la que encargas el monopolio de pegar ostias. Supongo que a algunos os resulta desagradable que la gente haga algo de ruido mientras se muere en vez de hacerlo educadamente, en silencio y fuera de la vista.

Me acordaba de Kundera esta mañana porque estaba yendo al chino a por una cocacola, pan y fiambre. Podría comprar por las tardes más barato en el super. Podría comprar allí, de paso, algo que no fuera prácticamente mierda. Pero está esa cosa de cada mañana levantarme, ducharme, coger el coche, tirar la basura, dar un paseo y entrar por la puerta, saludar al tipo de dentro que dice "¡hola, amico!", coger mis cosas con la sensación primigenia de haber cazado un mamut y volver a casa. Me hace tan feliz, me hace sentir tan a gusto, que no sé cómo podría pasar el resto sin eso.