«Ahora es muy sencillo contratar una persona de cualquier manera y, sin embargo, cuando hay una causa objetiva, que exige un redimensionamiento de la plantilla, es demasiado rígida. Por tanto hay que buscar un punto de equilibrio, que no perjudique al trabajador y que al mismo tiempo permita a las empresas adaptarse a situaciones cambiantes que, de no hacerlo, pueden suponer el cierre de las mismas», concluyó.
Vuelta la burra al trigo… debería explicar de qué está hablando, porque como lo haga de un sector como telemarketing, por ejemplo, no se cómo flexibilizar más. ¿contratos verbales, eliminando el motivo de despido?
Por ahí no vamos bien.