Sólo te digo que no pilles las fotos, ¿vale? Yo no lo he hecho, excepto las digitales de dos días. Si lo haces te vas a hinchar a ver momentos felices, y no creo que quieras, en tu postura de todo fue un infierno. No pilles las fotos, porque cuentan otras cosas. De verdad. Ahora sería el momento de escanearlas, pero no quiero, ya te las pillaré, cuando siga la vida y algo se devalúe, al menos espero que algo se devalúe esta sensación de error terrible.
Categoría: perdiendo
transparencias por todas partes
Trasparencias de ella por todas partes…
Ocho de la mañana, un cafetito, el primer cigarro del día, rápidamente la ducha, meterme debajo del agua caliente y la facultad, y la facultad y el hacer otra cosa, ocupar el tiempo con la esperanza de. Oh, sí, aún hay muchas formas, aunque parezca mentira, aunque te parezca mentira. Aún hay muchas formas de hacer cosas si realmente nos importa. Pero ese es el quid de la cuestión. Realmente ya no importa y se me escurre entre los dedos como arena, no puedes hablar con la arena, no le puedes decir que se quede en la palma de la mano, porque se escurre, hagas lo que hagas, si cierras el puño conseguirás retener algunos granos, un par de ellos en las arrugas de la palma de la mano. Pero todo lo demás se irá, todo lo demás desaparecerá y no volverá jamás. Las tías son duras, he hablado con muchas de ellas. Ya no se detienen cuando empiezan el proceso de olvidarte. No sé si es verdad que les cuesta empezar, seguramente sí, pero una vez que lo hacen…
Y mientras tanto yo aquí, pensando que es un error, que nos casaremos con otros, que nos seguiremos viendo y yo seguiré mal, y ella seguirá bien en parte porque yo seguiré mal, porque la sensación de abandono se reduce a cero cuando el otro no lo lleva bien. Y sé que ella entrará aquí, tarde o temprano, y leerá esto, tarde o temprano, y será también un error, por lo mismo. Porque ella ahora está blanda, y aunque lo niegue todo influye ahora en la forma en la que puedes llevarlo, cada detalle afecta la reacción, cada detalle afecta al cerebro directamente, sin tener que ser asimilado por el cuerpo.
Se acabó el café, se acabo el cigarro, me voy a la ducha.
gordo cabrón
Si el que no se consuela es porque no quiere, dicen. El gordo soy yo, ella es ella. Me encanta esa cara de «tío, ¿por qué haces eso?» He estado perreando cervezas, me he ido de un par de garitos sin pagar, no digo los nombres por si las moscas. Ahí veníamos de comprar la cámara digital. Dos días después la devolví. Entonces yo pesaba diez kilos más, y se nota. Entonces estaba triste y cabreado, pero no podía imaginar lo triste que llegaría a estar después, es decir, ahora. Ella es preciosa. Es terriblemente preciosa, y no sólo físicamente. Ahora nada me vale, por supuesto, porque ella es preciosa. No sé dónde nos llevará todo esto, sólo le pido a quien sea que me dé tanta felicidad como en el momento de la foto, que se la dé a ella. No puedes, ¿verdad? No se puede. Eso fue el 07/07. Ahora estoy perreando cervezas, y no niego que esté bien, está muy bien. Pero no se puede comparar. No se puede. Ella es feliz, por primera vez en mucho tiempo lo es, y cada día está más segura de su decisión. Y me parece bien. Por ella. Pero yo y nosotros nos consumimos, cada día un pelín de peso menos, cada día un pelín de nosotros menos. Que venga ella y me diga que merece la pena, porque supongo que así me convencería algo. No quiero lloraros más, pero… bueno, ya sabéis lo que voy a decir, pero esto no es cosa de uno solo. Adios, Lele. Adios.