A B C Ĉ D E F G Ĝ H Ĥ I J Ĵ K L M N O P R S Ŝ T U Ŭ V Z
a b c ĉ d e f g ĝ h ĥ i j ĵ k l m n o p r s ŝ t u ŭ v z
Este es el alfabeto del esperanto. Nada nuevo bajo el sol excepto en la pronunciación de estás letras:
C que suena «ts»
Ĉ que suena «ch»
G que suena «g», nunca «j»
Ĝ que suena «dy», como en adyacente
H que es una h aspirada, como en «he» en inglés
Ĥ que suena como «j»
J que suena como «i»
Ĵ que suena como «ll»
R siempre es suave
Ŝ que es una s aspirada, como en «she» en inglés
Ŭ que suena como «u» pero es considerada consonante (es decir, que siempre hace diptongo)
En realidad la J suena como «y» en el final de las palabras (hoy) y la Ĵ como la «y» al principio de las palabras (como en yema), pero como en castellano ya no distingimos esos fonemas de los que he puesto da igual.
Mientras que no solucione el tema del teclado para el «sombrerito» de las letras, utilizaré la notación de la x. Es decir, en vez de letras con sombrero escribiré cx, gx, hx, jx, sx, ux. Cosa que seguramente pagaré con sangre más adelante, una vez acostumbrado a usarlas así y cuando escriba a mano, por ejemplo.
La sílaba tónica
En esperanto sólo puede haber una vocal en cada sílaba, así que es fácil saber cuándo estamos cambiando de sílaba. Tanto J como Ŭ no son consideradas vocales, así que hay que estar atento para marcar bien las sílabas. Marcar bien las sílabas es importante porque en Esperanto todas las palabras son llanas, es decir, la sílaba tónica siempre es la penúltima.
Todas sin excepción. Una de las ventajas del esperanto es que todas y cada una de sus reglas carecen de excepciones. Eso simplifica mucho el aprendizaje y, seguro, el uso.