# perdiendo.org/museodemetralla

entraron en mi cabeza (201) | libros (20) | me lo llevo puesto (7) | pelis (2) | Renta básica (9) | series (6) | escasez (2) | frikeando (94) | arduino (1) | autoreferencial (11) | bici (1) | esperanto (4) | eve online (3) | git (2) | GNU/linux (4) | markdown (7) | nexus7 (2) | python (7) | raspberry pi (3) | vim (1) | wordpress (1) | zatchtronics (3) | hago (761) | canciones (157) | borradores (7) | cover (42) | el extremo inútil de la escoba (2) | elec (1) | GRACO (2) | guitarlele (11) | ruiditos (11) | Solenoide (1) | fotos (37) | nanowrimo (3) | novela (26) | criaturas del pantano (5) | el año que no follamos (12) | huim (5) | rehab (4) | poemas (357) | Anclajes (15) | andando (3) | B.A.R (7) | Canción de cuna para un borracho (38) | Cercos vacíos (37) | Cien puentes en la cabeza (7) | Conejo azul (6) | Contenido del juego (5) | De tiendas (3) | del pantano (3) | Destrozos (2) | Epilogo (4) | Fuegos de artificio (5) | Imposible rescate (15) | Jugando a rojo (7) | Libro del desencuentro (2) | Lo que sé de Marte (11) | Los cuentos (21) | Montaje del juego (5) | Orden de salida (4) | palitos (31) | Piernas abiertas (7) | Poemas medianos (12) | Privado de sueño (7) | rasguemas (5) | Tanto para nada (17) | Todo a 100 (2) | Uno (4) | relatos (97) | anatemas (9) | orbital (2) | prompts (8) | vindicaciones (103) | perdiendo (1.709) | atranques (1) |

domingo previo al festivo

He estado repasando las letras de solenoide, haciendo algunos cambios aquí y allí. Me gusta tener un amplificador al lado. Pensé que me iba a joder bastante, la verdad, por eso del ruido, pero es cuestión de saber cómo. La guitarra eléctrica me ha reconciliado con la guitarra. Mi acústica seguro que tiene el mastil mal después de 20 años y tocar ciertas cosas era complicado. Nada sonaba bien si iba más allá de los cinco primeros trastes. Hay campo de sobra ya solo ahí, pero.

Ahora, con la eléctrica, tengo justo la sensación contraria. Todo es fácil. Muchas cosas suenan bien. El miércoles me llega un libro de armonía. Siempre he estado en contra de eso. Lo que no sale solo no debería salir, o algo así. Pero, sin embargo, ahora… todo se ve distinto.

Hay un montón de emociones que pueden reflejarse con el sonido correcto. No sé si los pedales, no creo, no se si las pastillas, no creo, no sé si la ecualización de todo, aunque no creo demasiado. Sigo siendo el tipo de la acústica. Pero ahora, joer, puedo meterme en más fregados. He estado recuperando canciones antiguas, me destrozas, sísísísí, las horas son un puto disfraz, el hacha. Con la eléctrica se abren a muchas cosas. Tengo pendiente recuperar las letras del museo (hay meses creativos aquí guardados para volverse loco) y volverlas a grabar. Tengo pendiente volver a grabar todo eso. Lo que no es sino volver a sentir todo eso. Glub.

Eso pendiente porque ahora prima que hay un montón de temas rotísimos como regresar, laura fuma, going under, un lugar, el hombre bala. Un montón de temas que piden tiempo a gritos.

El caso es que no suenan tan mal los antiguos. No era mal compositor. El tipo que yo era hacía mucho más de lo que podía con lo que tenía a mano. Le doy las gracias al museo, sin él habría muchas cosas perdidas. Muchas cosas que ya no.

Ahora, muchas veces mientras he tocado cosas hoy he terminado llorando. Una cosa mixta entre dolor y alegría, pero llorando. Una cosa mixta entre qué bien y no jodas ahora.

El caso es que ser escritor de novelas me volvía loco, aunque sufría cada vez que me ponía. Ese caso. Y, sin embargo, componer es difícil pero no doloroso. Es muy difícil, pero no frustrante hasta el punto de escribir. Al final lo único importante en nuestro cerebro impulsivo y lo que sea es estar haciendo cosas que te mantienen vivo.

Y a veces, componiendo, algo conecta. Pasa también escribiendo, por supuesto, pero me cuesta más. A veces componiendo me conecto con algo. Con algo duro. No sé qué es, pero eso justifica todo. A veces componiendo me siento unido. A veces parece que hay cosas importantes dentro de todo lo que se desvanece. Cosas que parecen tener una solidez que no deberían. Esas cosas.

contexto

Si me dieran un euro por cada cara de bobazo que pongo en las fotos.

Nuevos juguetes prestados, ¡Reyes!

Al final lo importante eran los juicios a priori sobre todas las cosas, pero es una herramienta peligrosa. Lo importante, y lo desconcertante, es que la situación se impone pero el que la deglute eres tú. Así que si algo es bueno y si te dejas disfrutarlo todo ok. Si algo es malo pues lo es, si algo es bueno y no te dejas disfrutarlo pues es tan malo como lo malo. ¿Y si lo malo es bueno y lo que sucede es que no te estás dejando disfrutarlo?

Bueno, esa es otra historia más complicada de contar. Distinguirlo dejándose llevar no parece una buena cosa si tu cabeza gira sin control sobre un eje podrido.

El caso es que si algo te hace sentir bien pero tu cabezón te pone pegas (estás gordo, ese pelo, santo bob, ese pelo, la barba no te cierra, esa camiseta tiene el cuello demasiado dado de sí, tocas fatal, cantas mal (ahí no se mete, la verdad)) creo que se puede terminar infiriendo que deberías pensar un poco menos. La cosa es el contexto. La cosa es estar lejos del agujero negro en el que hasta el contexto es siempre barro. Eso no se consigue así como así. Se está ahí o no se está.

El contexto es tramposo, ya lo sé, ya, pero hay que despejar un punto sobre el que construir los cimientos de la cosa vida, ¿no? Si algo está bien y lo sientes bien, ¿por qué no mandar a paseo el cabezón? Ese es el tema, el temazo. El punto ese que despejar. Ese es el lugar desde el que levantar un imperio. Sobre lo demás siempre puedes hacer un montón de cosas que funcionarán o no para cambiar lo que no te gusta, pero lo principal es que estás tocando tierra. En ese punto. En ese en concreto.

Amos, que me he pasado la tarde tocando y ha sido de puta madre. Las fotos no me gustan, ¿pero quién está a gusto con eso a estas alturas?