Me ha costado mogollón y no le recomiendo a nadie hacerlo solo, pero mi guitarlele ahora es eléctrico. Este es el rollo. Dices. Este es el tema. Dices. Tremendo. He sudado océanos. Gracias a la dremel de Cacho. Gracias a los consejos de Rafah y de Nano. Sólo el afinador vale oro. Con qué poco nos conformamos.
Afinador en el guitarlele. No lo hagáis nunca solos, de verdad. Yo no volvería a hacerlo ni cobrando. Soy más de tocar guitarras que de perforarlas.
(2) A G A F
(2) F G A C
(2) A G A F
(2) F G A C
(2) D C
(2) A G A F
(2) F G A C
(2) D C
(4) G D A C
letra
tengo un sueño primero, luego otros que no van tan bien
cristales gritando soledades en papel,
no tengo tiempo que perder me estoy estoy muriendo de escasez
no tengo un sitio al que llegar he llegado cien veces a los demás
y sé
que no
hay más
y sé
que en ellos
no estás
no tengo tiempo que perder me muero de ganas por llegar
te espero en la puerta, déjame entrar cuando me escuches callar
vente cuando el aire – se haga fino como existir
vente cuando el aire – te escuche suspirar
tengo un sueño primero, después los demás
un sueño asequible que se deja moldear
no tenemos tiempo para más, el destino está escrito aunque no sepa hablar
si ves mi sombra estoy por llegar, coge una muda y ponte a saltar
vente cuando el aire – se haga fino como existir
vente cuando el aire – te escuche suspirar
y correremos hasta estar lejos de todo
correremos hasta que nada quede cerca
correremos hasta poder inventarnos los nombres
correremos hasta que lo demás sea lo otro
Es complicado encontrar el punto en el que crear y estar. Implicarse para disfrutar sin llegar a hacerte daño a ti mismo. Es complicado estar justo en el sitio en el que eres feliz y no te excedes, y más cuando tu cerebro encuentra la felicidad justo en el exceso constante. Con la comida, con… no necesito hacer una lista. Es todo, todo lo que imagines. Sí, eso también. Eso por supuesto.
Es difícil el equilibrio cuando parece insípido, tonto, sin sentido. Cuando es lo opuesto a lo que todo tú te estás pidiendo a ti mismo. Pero, sin embarlo, la vida está ahí. En lo otro están todos los caminos que terminan mal, pronto, agotados y extinguidos.
Envidio al que se pone un capítulo de su serie favorita con un trozo de chocolate y disfruta esa hora intensamente. Yo tengo que quemarme en el proceso para sentirme vivo.