transparencias por todas partes


Trasparencias de ella por todas partes...

Ocho de la mañana, un cafetito, el primer cigarro del día, rápidamente la ducha, meterme debajo del agua caliente y la facultad, y la facultad y el hacer otra cosa, ocupar el tiempo con la esperanza de. Oh, sí, aún hay muchas formas, aunque parezca mentira, aunque te parezca mentira. Aún hay muchas formas de hacer cosas si realmente nos importa. Pero ese es el quid de la cuestión. Realmente ya no importa y se me escurre entre los dedos como arena, no puedes hablar con la arena, no le puedes decir que se quede en la palma de la mano, porque se escurre, hagas lo que hagas, si cierras el puño conseguirás retener algunos granos, un par de ellos en las arrugas de la palma de la mano. Pero todo lo demás se irá, todo lo demás desaparecerá y no volverá jamás. Las tías son duras, he hablado con muchas de ellas. Ya no se detienen cuando empiezan el proceso de olvidarte. No sé si es verdad que les cuesta empezar, seguramente sí, pero una vez que lo hacen...

Y mientras tanto yo aquí, pensando que es un error, que nos casaremos con otros, que nos seguiremos viendo y yo seguiré mal, y ella seguirá bien en parte porque yo seguiré mal, porque la sensación de abandono se reduce a cero cuando el otro no lo lleva bien. Y sé que ella entrará aquí, tarde o temprano, y leerá esto, tarde o temprano, y será también un error, por lo mismo. Porque ella ahora está blanda, y aunque lo niegue todo influye ahora en la forma en la que puedes llevarlo, cada detalle afecta la reacción, cada detalle afecta al cerebro directamente, sin tener que ser asimilado por el cuerpo.

Se acabó el café, se acabo el cigarro, me voy a la ducha.