güisqui o poleo

Vivir sólo no es algo bueno, ni malo. Es algo a lo que, simplemente, te acostumbras. Bueno, excepto a lo del palomar, a eso no me he acostumbrado todavía. Si alguien quiere financiarme, que me compre una cámara digital y os lo enseño todo. Tendría que haberme quedado con aquella que compré y devolví, narices, y haberme comprado una bici mejor. Al final todo se lo lleva el viento, o el tiempo, en su defecto. Tengo que arreglar un par de cosillas de por aquí. De momento todo esto se mantiene en secreto, aunque hoy he tenido una filtración, pero no puede ser perfecto, supongo.

No hay nada mejor que llegar a casa y ponerte un güisqui o un poleo. Hoy me he decantado por el poleo, hoy no quiero salir, quiero seguir con la lectura de Miller, intentar acostarme pronto y mañana ir descansado a la facultad y luego al curro. Joder, aún espero el día que duerma diez horas seguidas sin ningún problema, pero siempre me despierto, por que pienso en ella, o porque he tenido un sueño con ella (bueno o malo, últimamente buenos, es decir, indoloros). Cito mi horóscopo en el Metro de hoy: "Tu vida está como para hacer de ella una adaptación cinematográfica o, más práctico aún, todo un culebrón de esos interminables". Me quedo, sin duda alguna, con la adaptación, los culebrones no me gustan nada. Bueno, señores, este de aquí se retira, que desde el domingo (incluído) me parece que he descansado el... el lunes, creo, el resto de los días hubo mundo, hoy habrá el mundo de otro, el de Miller.