dioses cabrones jugando con mis cosas

Vale, ya he comprendido, he entendido el problema y que esto es una cuestión de respeto.

Pero... ¿queréis saber cómo me siento? ¡Me muero de dolor y de soledad sin ella, joder! No me importa la soledad, me gusta estar solo, pero no esto de saber que... He estado colocando unas movidas que tenía por el suelo, y cuando no me encontraba una foto suya me encontraba una carta de las que me escribía cuando estaba en Canarias. Hay por ahí un dios cabrón que se lo está pasando en grande conmigo, me pincha todo el tiempo, el muy hijoputa. ¿Qué coño hacer con mi vida, a ver? Hoy es el primer día del resto de mi vida, dices tú, Gary. Pues vaya un día de mierda. No recuerdo el otro, en el que salí del vientre de mi madre, pero si hubiera sido así lo recordaría, seguro. Te juro que lo recordaría. ¿Escribir? ¿Qué? Sólo sale lo mismo, y eso me mete más en la misma mierda. ¿Tocar? ¿El qué, las canciones antiguas, que sólo hablan de ella? ¿Componer? ¿Más de la misma mierda, Lore todo el tiempo? ¿Salir? ¿Para qué, para ver por todas partes parejas que se hacen carantoñas?

Fumar, beber, leer.

Esperar mensajes suyos.

Esperar que llegue la noche, y mañana, y el curro.

Esperar que llegue el fin de semana, sigo conservando la misma ilusión por él que cuando era un crío. Pero después nada.

Dentro de un rato me llamará Encabo, para ir a recoger mi guitarra eléctrica, que tiene él desde hace al menos cinco años. Tengo la española de lele, pero no me gustan las españolas, y es de lele. Cuando le dije que se la tenía que llevar me dijo que quería que tocara. Tengo que rellenar la matrícula de la facultad, la entrego mañana a las nueve. Tengo y tengo y tengo y no tengo ganas de nada. meterme en la historia, hacer algo. He colocado los rollos de papel del kk's que he comprado. He recogido el domitorio, joder, nuestro dormitorio. El fin de semana haré que sea mío, supongo, si la fuerza me acompaña. Ya no me importa cómo está ella (es decir, no me importa que esté bien), sé que ha hecho lo necesario para ella. Pero no entiendo muy bien qué pasa ahora conmigo. Dónde me lleva esto, esta locura, este dolor extremo (y no os dejéis engañar por las palabras, es un dolor que jode, jode todo el tiempo, supongo que tengo que llorar como una niña lo que no supe defender como un puto tarado). Veo la cara de Víctor, no fui bueno. No lo fui. Esta es la condena, supongo. Este es el premio.

Me voy a buscar la matrícula del año pasado, para ver en qué me tengo que meter en este. Hacer algo.