la cuestión del pecunio
Claro, si es que la mierda de todo es que las cosas cuesten dinero, joer. Yo no tengo ninguna necesidad más que la económica del trabajo. No me realizo en él, me lo paso bien (y eso ya es algo), pero no especialmente bien, no mejor que en alguna otra parte, no llena mi alma. Pero hay que ir. Y por otra parte, con este maldito y terrible calor, de algún modo se agradece estar seis horas y medio fresquito. Sic. Qué le vamos a hacer.